La crisis sanitaria provocada por el coronavirus desveló la necesidad de garantizar una protección social para los migrantes en África, subrayaron hoy varios participantes en un foro sobre la emigración organizado por Naciones Unidas (ONU).
Los representantes de varios gobiernos en África y organismos internacionales celebraron hoy un encuentro virtual para revisar la aplicación en el continente africano del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, el primer acuerdo intergubernamental aprobado en diciembre de 2018 en la ciudad marroquí de Marrakech bajo los auspicios de la ONU.
La ministra de Estado de Etiopía encargada de la Diplomacia Económica, Tsion Teklu, instó en este encuentro a los países de destino la necesidad de “garantizar la seguridad y dignidad para los emigrantes”.
Por su parte, el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, subrayó que la pandemia “aumentó la precariedad de los trabajadores migrantes en África”; “complicó la gobernanza migratoria” para los gobiernos; y ha mostrado “la importancia de regularización de la situación de los emigrantes y la necesidad de garantizar su acceso a la seguridad social”.
Crisis sanitaria en África contribuyó a reducir los flujos migratorios
Burita añadió que la crisis sanitaria contribuyó durante un tiempo a reducir los flujos migratorios en África; pero lamentó que esto no ha acabado con la actividad de los traficantes de seres humanos.
El ministro marroquí llamó que el tratamiento de la migración no sea desde una perspectiva “exclusivamente de seguridad”.
En el mismo sentido, la representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); Thokozile Ruzvidgo, apuntó que la migración es “un factor de desarrollo”; al tiempo que recordó que la mayoría de los emigrantes en África se mueven dentro del continente negro; ya que solo un 27 % de estos emigrantes se dirigen a Europa; añadió.
