Los españoles han dejado sin canjear billetes y monedas pesetas por un valor de 1.575 millones de euros (unos 1.853 millones de dólares), tras un periodo de casi veinte años para haber podido realizar el cambio, según datos del Banco de España.
La anterior moneda española, que estuvo en circulación desde 1868 hasta que la sustituyó el euro en 2002, queda ahora más bien como recuerdo, pues se espera que apenas tenga valor entre coleccionistas.
De las pesetas en circulación en diciembre de 2001, justo antes de que se introdujera la moneda única europea en enero de 2002, que ascendían a 48.750 millones de euros (unos 57.373 millones de dólares), se ha canjeado el 96,8 %.
Por lo tanto, ha quedado sin cambiar un 3,2 % de esa suma, equivalente a 1.575 millones de euros, al cambio de un euro por cerca de 166 pesetas.
Según el banco central del país, el mayor volumen de pesetas se canjeó en los primeros seis meses de vida del euro, hasta el 30 de junio de 2002.
LAS PESETAS, UNA MONEDA ANTIGUA
En ese periodo, en el que la antigua moneda española se podía cambiar tanto en el Banco de España como en entidades de crédito, se canjeó el 94,5 % de las pesetas que circulaban a finales de 2001.
El plazo para cambiar las pesetas terminaba inicialmente el 31 de diciembre de 2020, pero se extendió hasta el 30 de junio de 2021 por las dificultades derivadas de la epidemia de covid-19.
Ese último día de plazo las sedes del Banco de España a lo largo del país registraron largas colas con cientos de personas que, después de un periodo de casi veinte años, acudieron a cambiar pesetas.
El banco central calculaba entonces que quedaban por cambiar el equivalente a unos 1.584 millones de euros, cerca de 1.880 millones de dólares.
La peseta fue la moneda de curso legal en España desde 1868 hasta febrero de 2002, tras dos meses de convivencia con el euro, y el banco central admitía billetes emitidos desde 1939 y monedas que circulaban en el momento del lanzamiento del euro, incluidas las de colección y las conmemorativas.
A partir de ahora el valor de los billetes se espera que decaiga, ya en el ámbito de la numismática y en función de aspectos como el estado de conservación, mientras que las monedas se prevé que se compren al peso.
