En salas de cine, restaurantes y otros recintos públicos comienzan a abrir poco a poco alrededor del mundo luego de permanecer cerrados durante el último año.
De esta manera, otros lugares piden certificados digitales que permiten a las personas acreditar que ya se están inoculados. Dicho problema lo resolvió un artista italiano al tatuarse un código QR que remite al certificado oficial que entrega la Unión Europea.