Como en un movimiento propio de su nombre, la estadounidense Zoom Video Communications se disparó con la aplicación más popular durante la pandemia.
Pero grandes “poderes” traen grandes y costosas responsabilidades: la firma alcanzó un acuerdo extrajudicial para pagar 85 millones de dólares por una demanda colectiva que la acusa de haber violado el derecho a la privacidad de los usuarios.
Cada cliente afectado se llevaría entre 15 y 25 dólares, sin necesidad de ser uno de los querellantes originales.
Así que si cree que sus datos fueron compartidos con gigantes como Google y Facebook o fue víctima de “Zoombombing” (llegada inesperada de participantes no invitados a las reuniones virtuales) podría ganarse un dinerito.