Mexicano Ramón Vega se considera “amante del experimento” al hacer música

A Ramón Vega la cuarentena le trajo un “hijo” musical, así describe el joven mexicano de 15 años “2000 siempre”, el primer EP de su carrera con el que expone su personalidad y sus ganas de experimentar en la industria.

“Yo me percibo como amante del experimento, no me gusta encasillarme en un solo género y es algo que se refleja, es la nueva ‘r’, la nueva revolución”, dice Vega este miércoles en entrevista con Efe.

Ramón se pregunta por qué cuando era bebé sus padres en vez de adornar su cama con peluches lo hacían con juguetes rígidos en forma de instrumentos.

Pero el hecho que hoy esté sentado en una silla hablando de su propio proyecto musical responde automáticamente su cuestionamiento.

“Desde pequeñito hay un amor y respeto a la música. Mis papás nos inculcaron eso”, dice Vega.

La anécdota del artista se afianza con la portada de su material de seis canciones en la que se muestra una imagen de él cuando era bebé, acostado en su cuna y acompañado de su guitarra de plástico.

“Yo edité la foto y mi mamá me la tomó, ella ha sido una parte muy importante en mi carrera”, asegura.

Proveniente de lo que llaman la “dinastía Vega”, el ambiente natural de Ramón fue la música regional mexicana, pero su personalidad e ingenio lo han llevado a probar diferentes horizontes que lo han alejado del estilo característico que ha defendido su familia.

R&B, reggae, urbano e incluso pop, son algunos de los géneros con los que Ramón plasmó su juventud en el EP “2000 siempre”.

Sin embargo, no abandona sus raíces y los sonidos de la música de banda, pues los mantiene fusionados en sus nuevos intereses.

OJOS EN RAMÓN

A mediados del año pasado, el hermano mayor de Ramón, Cornelio Vega Jr., quien es parte de la agrupación Cornelio Vega y su Dinastía, se independizó y montó en su nuevo hogar un estudio de grabaciones.

También convocó a productores, compositores y músicos para llevar a cabo un campamento, al que Ramón “se pegó” para conocer más de la industria.

En su estancia, Ramón se convirtió en el protagonista del evento casi sin darse cuenta de ello.

“Era un proyecto que Cornelio hizo para su música, yo no tenía nada que ver, andaba de ‘metiche’ preguntando todo. Un día me atreví a decir que tenía una canción, la canté con la guitarra y me aplaudieron (…) Al final (del campamento) todos estaban haciendo música para Ramón Vega”, cuenta.

Según explica, su hermano Cornelio ha sido una pieza fundamental en su carrera y formación profesional, pero antes que nada, en su vida personal.

“Ha estado presente en todo, me enseñó a caminar, cuando empecé a agarrar el acordeón estuvo encima de mí, también con la guitarra. Yo empecé a hacer covers de música mexicana para YouTube y él me ayudaba y me daba consejos, yo lo veo como mi papá y tenemos una gran conexión”, dice.

AMOR POR EL URBANO

Lo que enamoró a Ramón de la música urbana fue el universo de posibilidades que le brinda el género y que veía limitado en la música regional.

“Es un mundo de sonidos y ritmos que explorar sin límites, en el regional están las bases, te vas al mariachi y son los mismos músicos, te vas al norteño y está el baterista, el bajista, el acordeonista, el bajo sexto y primera y segunda voz, y ahí se acaba”, describe.

El género lo ha sacado de su cotidianeidad y con “2000 siempre” ha vivido muchas primeras experiencias que lo entusiasman, pues además ha comenzado a componer y a involucrarse cada vez más en cuestiones de producción.

“Yo no tenía conocimiento del proceso creativo de la canción urbana, del regional mexicano sí, me ha tocado grabar el bajo sexto, la guitarra o segundas voces, pero el urbano es algo muy distinto”, asegura.

Aunque ya ha tenido experiencias en los escenarios acompañado de su familia, no puede esperar por conocer el nuevo sentimiento que le generará estar frente a sus fanáticos con sus propios temas.

Mientras eso sucede, el cantante prepara el terreno para seguir mostrando nueva música lo que resta del año.

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