El cubano Mijaín López logró en los Juegos de Tokio su cuarto oro olímpico consecutivo en lucha grecorromana, un récord que convierte a ‘El Niño’ de Pinar del Río en el mejor de la historia de la lucha masculina.
López se impuso en la final de los 130 kilos al georgiano Iakobi Kajaia a los puntos, por 5-0, tras dos asaltos.
Tras conocerse vencedor, el luchador de 38 años levantó en volandas a su entrenador y luego, entre lágrimas, enarboló una bandera de Cuba.
La japonesa Kaori Icho era hasta hoy la única deportista con cuatro oros en lucha. Los ganó en Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016 en -63 kilos.
Derribar la resistencia de Kajaia sobre la colchoneta le costó a López más de lo que acostumbra. Pero tuvo el control del combate en todo momento, con tres puntos en el primer periodo y dos en el siguiente que cerraron la victoria.
Las medallas de bronce fueron para el turco Riza Kayaalp y para el ruso Sergei Semenov, que se la ganó al chileno Yasmani Acosta.
Nacido y formado en Cuba, Acosta se nacionalizó chileno para poder competir en Juegos Olímpicos, una plaza que siempre obtenía su compañero de entrenamientos Mijaín. Cumplió su sueño, aunque no logró coincidir en la final, ni siquiera en el podio, con este.
No fue Mijaín López el único campeón olímpico cubano de la tarde, pues Luis Alberto Orta ganó asimismo el oro en -67 kilos, pero la gesta de ‘El Niño’ eclipsó cualquier otro resultado registrado hoy en el Makuhari Messe Hall.
En -67 kilos Luis Alberto Orta derrotó a los puntos, por 5-1, al japonés Kenichiro Fumita. Los dos bronces fueron para el chino Walihan Salike y el ruso Sergey Emelin.