La Haciendita vive entre aguas servidas y fallas eléctricas

El desbordamiento de aguas servidas y la falta de alumbrado público son los problemas más importantes que los habitantes de la comunidad La Haciendita necesitan resolver a la brevedad posible.

Así, lo manifestaron los vecinos en un recorrido realizado por la comunidad, donde hace más de un año y medio colapsó la boca de visita, sin que ningún ente competente haya tomado cartas en el asunto.

Mencionaron que al menos 200 familias están siendo afectadas de manera directamente, pues cada vez que llueve las calles se convierten en lagunas intransitables, lo que genera malestar entre los habitantes.

El COLAPSO CLOACAL

Nieves Ortuño pidió solución al problema de aguas servidas, que tiene su foco en la calle principal. «El mal olor que se desprende de allí es insoportable, genera además zancudos y si no se controla podría generar enfermedades en la piel. Esa problemática tiene más de un año y nadie se ha preocupado por buscarle solución», señaló.

FALLAS DE ALUMBRADO

Asimismo, denunció las fallas en el alumbrado público. «Hace como un mes colocaron bombillos en una parte de la comunidad y la otra quedó a oscuras, imposible llegar a su casa después de las 6 de la tarde, es un riesgo muy grande que debemos correr».

Mencionó que el llamado se hace para que las autoridades competentes para que revisen y adecuen el sistema eléctrico y coloquen los bombillos que hagan falta.

CANCHA DESVALIJADA

En el recorrido también se pudo apreciar que la cancha deportiva de la zona esté completamente desvalijada y dejó de cumplir sus funciones como espacio deportivo, para convertirse en un pasadizo de una comunidad a otra, según la versión de los vecinos que gritaban desde sus balcones.

DOS VECES POR SEMANA PASA EL ASEO

Pero al parecer no todo es negativo en la comunidad La Haciendita de Cagua, ya los vecinos aseguraron que el camión de la basura, pasa dos veces a la semana y por eso los espacios se mantienen libres de desechos sólidos.

IRIOS MÉNDEZ | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA