Excandidata presidencial indígena de Guatemala exige un Estado Plurinacional

 La excandidata presidencial indígena mam Thelma Cabrera urgió este miércoles a los guatemaltecos a promover la fundación de un Estado Plurinacional, que contemple y se rija desde los pueblos, como solución a la crisis política que arrastra el país centroamericano.

En un conversatorio organizado por el Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), el movimiento que integra desde su fundación en 1992, Cabrera enfatizó que es el momento de que Guatemala realice una Asamblea Nacional Constituyente que derive en la creación de un Estado diferente y que no responda a los intereses “criollos” que “promueven la corrupción”.

“Podemos accionar con base a nuestras decisiones tomadas en asambleas, pero nos debe de unir esa demanda en la coincidencia de que ahora mismo en Guatemala no tenemos Estado, pues este es corrompido y urge fundar el Estado Plurinacional”, consideró.

La propuesta de una nueva asamblea que contemple a los cuatro pueblos o “naciones” (maya, xinka, garífuna y mestizo) surgió desde la “lucha de calle” que inició en 2015 en contra del Gobierno del expresidente Otto Pérez Molina, quien fue encarcelado ese año acusado de corrupción a pocos meses de dejar su cargo.

Este jueves, la población del país centroamericano irá a un paro nacional por supuestos actos de corrupción por parte de la jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, y del presidente, Alejandro Giammattei, divulgados la semana pasada por el fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval tras ser removido de su puesto.

EL “MIEDO” CRIOLLO

En el conversatorio organizado por Codeca también participó la antropóloga académica maya k’iche’ Irma Alicia Velásquez Nimatuj, quien advirtió que las élites criollas que fundaron la república actual de Guatemala “tienen miedo” de un movimiento indígena que podría concretar cambios como los que vivió Bolivia con Evo Morales o que está por consumarse en Perú, con el nuevo presidente, Pedro Castillo.

Esas élites “corruptas” tienen “miedo a gobiernos plurales, desde las comunidades”, porque ven hacia “el espejo de Bolivia, que está en contra de una serie de políticas que intentaban sacar toda su productividad a los pueblos y también el temor hoy es a Perú, porque Perú y Guatemala tienen paralelismos en términos de la pobreza y la invisibilización de los pueblos indígenas”, añadió.

La crisis aguda, señaló Velásques Nimatuj, no es de los pueblos, sino de una “república criolla fundada por élites corruptas que no querían seguir parando a la Corona Española y cuyas ideas se basan en la corrupción, en el Estado colonial y cuyo modelo social y económico se basa en la mano de obra de los indígenas y en la toma de las tierras para hacerlas producir”.

Esa élite se beneficia, agregó, de una clase media ladina o mestiza que también tiene miedo de los indígenas, pues “dentro de su imaginario las y los indios son parte de la servidumbre”.

“Solo es cuestión de tiempo”, concluyó la antropóloga, “para que las élites guatemaltecas dejen estos espacios y finalmente pueda emerger una nación distinta, una primavera como la que se tuvo en 1944, quizás con aristas propias y acorde a la realidad que tenemos”.

Guatemala fue gobernada entre 1944 y 1954 por dos gobiernos emanados de la Revolución de 1944, liderados por Juan José Arévalo y Jacobo Árbenz, quien fue depuesto por un golpe de Estado en 1954 que contó con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) de Estados Unidos.

Según cifras oficiales, el 59 % de los 16 millones de guatemaltecos viven bajo el umbral de la pobreza y uno de cada dos niños padece de desnutrición.

EFE