Escort: Una práctica ilegal

Escort

Durante los últimos años se ha popularizado en Europa el particular el debate sobre el escort. Cada vez hay un mayor número de opiniones diferentes, en muchos casos por la participación en el debate de las propias profesionales que recuerdan que no todo trabajo sexual tiene por qué ser esclavista. En definitiva, el abolicionismo convive con otras visiones menos restrictivas, incluso dentro del feminismo.

Fruto de esta estigmatización, en los últimos tiempos se ha hecho popular el término escort que goza de mejor reputación que las prostitutas clásicas.

Desafíos para la prevención

Falta de datos

Existe una falta de estudios basados en la población de las personas que intercambian relaciones sexuales (escort), aunque se han realizado investigaciones en algunos entornos de manera individual, como cárceles y clubes de baile de cabaré. No obstante, la naturaleza ilegal —y a menudo penalizada— del sexo comercial, dificulta la recolección de datos a nivel poblacional sobre el riesgo de VIH en esta población. Esta falta de datos causa grandes obstáculos para la elaboración de iniciativas de prevención del VIH en esta población.

Factores socioeconómicos

Muchas de las personas que intercambian relaciones sexuales afrontan estigmatización, pobreza y falta de acceso a la atención médica y otros servicios sociales; todo esto representa desafíos para las actividades de prevención del VIH. Las investigaciones existentes muestran que:

  • Muchas de las personas que intercambian relaciones sexuales tienen antecedentes de falta de vivienda, desempleo, encarcelamiento, problemas de salud mental, violencia, consumo de drogas, y abuso emocional, físico y sexual.
  • Algunas personas transexuales podrían recurrir al sexo comercial debido a la discriminación y la falta de oportunidades económicas. Pueden intercambiar relaciones sexuales a fin de generar ingresos para pagar el alquiler, drogas, medicamentos, hormonas y operaciones de cambio de sexo.

Factores de riesgo sexuales en las escort

Las personas que intercambian relaciones sexuales posiblemente no usen condones en forma constante. Hay varios factores que podrían contribuir con este comportamiento, incluidos los siguientes:

  • Factores económicos. Las personas que intercambian relaciones sexuales podrían recibir más dinero si no usan condón.
  • Tipo de pareja. Las personas que intercambian relaciones sexuales podrían usar condones menos frecuentemente con sus clientes regulares que con los clientes que tienen una sola vez, e incluso aún menos frecuentemente con sus parejas íntimas.
  • Dinámica de poder. Las desigualdades de poder en la relación entre las personas que intercambian relaciones sexuales y sus clientes podrían dificultar la negociación del uso de condones.

Otros factores de riesgo para esta población incluyen:

  • Múltiples parejas de alto riesgo; por ejemplo, parejas que no saben si tienen el VIH u otras ETS.
  • Más dinero por las relaciones sexuales con parejas que se sabe que son VIH positivas.