Huelga de indocumentados radicaliza protestas en Bélgica

Unos doscientos indocumentados de los aproximadamente cuatrocientos que siguen una huelga de hambre desde hace 46 días para pedir que se regularice su situación; han endurecido su protesta al iniciar un encierro en una iglesia de Bruselas, según informa este miércoles la prensa local.

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La protesta se endureció después de que unos 200 huelguistas; según estimaciones de la emisora belga RTBF, rechazaron ayer cualquier ayuda tras la negativa del primer ministro belga, Alexander de Croo, quién los remitió al secretario de Estado de Asilo, Sammy Mahdi, y éste reiteró que “una huelga de hambre nunca puede determinar la política” del Ejecutivo.

Los representantes de la sociedad civil planificaron el pasado domingo una reunión discreta con De Croo, sin avisar a los medios de comunicación; para poner fin a una crisis que suma 46 días de huelga de hambre, aunque los migrantes, entre los que también hay niños, ocupan la iglesia San Juan Bautista desde enero pasado.

En el correo electrónico remitido al primer ministro, al que ha tenido acceso el diario belga Le Soir; los portavoces de los migrantes indicaron que sus propuestas son “constructivas” con la intención de encontrar “una solución inmediata” y que los permisos de residencia “se expidan de forma individual”.

De Croo se limitó a descartar la propuesta y remitir a los huelguistas a Mahdi; quien volvió a insistir en que las decisiones tomadas por las autoridades competentes “deben ser respetadas” y pidió una vez más poner fin a la huelga de hambre.

Médicos preocupados por situación de Indocumtados

Los médicos voluntarios están especialmente preocupados por la situación de los inmigrantes indocumentados en huelga de hambre; ya que han cerrado las puertas del templo a toda ayuda médica e incluso rechazan la entrada de agua.

“Nadie entra ni sale […] Hay intentos de suicidio, pensamientos suicidas, discursos muy oscuros”, dijo la voluntaria de Médicos del Mundo, Victoria Cornut, según recogió RTBF.

Uno de los portavoces de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), Mohamed Alex, señaló en declaraciones a Le Soir que los manifestantes están “abiertos al diálogo”; aunque alertó que si no ven una verdadera actuación del Gobierno hacia una solución “habrá sorpresas por parte de los huelguistas”.

Sin embargo, otros portavoces del movimiento se mostraron tranquilos y hablaron de un cierre “simbólico” y afirmaron que las visitas médicas se reanudarán a partir de hoy; algo que también espera la asociación Médicos del Mundo.

El sindicato cristiano CSC pidió este miércoles una “solución humanitaria” para los inmigrantes indocumentados en huelga de hambre el 23 de mayo; y reclamó su regularización.

Economía belga necesita a los indocumentados

Los huelguistas que ocupan la iglesia, así como los refectorios de las universidades bruselenses ULB y VUB; son sólo la “punta del iceberg”, según el sindicato cristiano.

“Detrás de ellos hay un grupo silencioso e invisible de casi 150.000 personas indocumentadas” empleadas en sectores como la construcción, la hostelería, la limpieza, el trabajo doméstico y la agricultura; dijo el CSC. “Nuestra economía necesita su trabajo y no puede prescindir de ellos”, afirmó el sindicato.

Entre 100.000 y 150.000 personas están actualmente indocumentadas en Bélgica, según datos manejados por los sindicatos.

El CSC pidió al Gobierno que nombre un mediador para buscar una solución a corto plazo, así como la creación de “zonas neutrales” donde los indocumentados en huelga de hambre puedan presentar su expediente y explicar su situación a la Oficina de Extranjería y el reconocimiento de la pandemia; como situación excepcional para la expedición de un permiso de residencia temporal.

Por último, el sindicato solicitó que se reactive una comisión interdisciplinaria e independiente para los extranjeros y aquellos indocumentados que trabajen en un oficio; puedan solicitar un permiso de trabajo en Bélgica.

EFE