Del estallido social al viaje del Winnipeg, Chile llega a Cannes con 26 obras

Un documental sobre el estallido social chileno producido por Sebastián Lelio o un largometraje de animación sobre la odisea del”Winnipeg”, el barco fletado por Pablo Neruda para trasladar a republicanos españoles a Chile son dos de las veintiséis obras que este país presenta en el Mercado de Cannes.

Trabajos en distintas fases de su producción que CinemaChile, el organismo encargado de la promoción internacional de la industria chilena, lleva al mercado, que celebra una edición física (pero también online) tras unos días de proyecciones virtuales que tuvieron lugar en mayo.

Un número importante de películas de ficción, documentales y animación, de las que catorce son proyectos, debido a las que estaban a la espera de salir desde 2020 a causa de la pandemia, explica a Efe la directora de CinemaChile, Constanza Arena.

Del paquete con el que llegan a Cannes, llama la atención la incursión de Lelio en el documental, como productor de un trabajo dirigido por Cristián Leighton sobre el estallido social en Chile que se desarrolló entre 2019 y 2020.

El documental esta centrado en la pérdida de ojos de muchos manifestantes debido a las violenta cargas policiales.

Un trabajo que está incluido en la sección de Producers Network, en la que se presenta la mayor parte de las novedades del cine chileno y que es el espacio para buscar coproductores.

“El cine chileno es lo que es gracias a las coproducciones internacionales”, reconoce Arena, para quien lo más importante no es compartir financiación, sino conocimientos y posibilidades de distribución.

Se podrán ver las primeras imágenes de “María ojos negros” de Benjamín Brunet, grabada en el sur de Chile durante la pandemia, y se presentarán los nuevos proyectos de Fernando Guzzoni Blanquita y Felipe Gálvez.

En esta sección también está la primera película dirigida por la actriz Manuela Martelli, “1976”, cuyo rodaje empezará en agosto y en cuya producción está implicada Dominga Sotomayor, que es la única cineasta chilena presente en la sección oficial de Cannes.

Sotomayor es parte de una película colectiva, “The Year of the Everlasting Storm” (“El año de la tormenta eterna”), que se exhibirá en Proyecciones Especiales y que cuenta entre sus realizadores con Jafar Panahi, Laura Poitras o Apichatpong Weerasethakul.

Siete historias de siete autores sobre el difícil momento actual y que es una carta de amor al poder del cine y sus narradores.

En el apartado “Animation work in progress” está otro de los proyectos más interesantes de la oferta chilena, “Winnipeg el barco de la esperanza”, de Elio Quiroga y Beñat Beitia.

Una historia sobre el barco que fletó Neruda desde Francia para llevar a refugiados españoles de la Guerra Civil, que se basa en el cómic “Winnipeg, el barco de Neruda”, de Laura Martel.

Una coproducción chileno-española que se espera para 2023 y que cuenta la historia de Víctor, un padre viudo y su pequeña hija Julia, que abandonan España, a la caída de Barcelona en 1939. En Francia les aguardan campos de concentración y penurias.

Otras películas que estarán en esta sección son “Historias clandestinas”, de José María González; “La veta del diablo”, de Germán Acuña; “Tata Miguel”, de Tomás Montalva, y “Uky y Lola en tierra del fuego”, de Fabián Andrade.

Un sector, el de la animación, muy importante para Chile, que en 2014 consiguió un Óscar al mejor corto de animación por “Historia de un oso”, como resalta Arena.

En documentales, hay cuatro títulos que indagan en temáticas familiares, de las que derivan temas raciales o de género y, como telón de fondo, cuestiones de derechos humanos secuelas de la dictadura en Chile.

Son “Bajo sospecha”, de Daniel Díaz Oyarzún; “Bastardo”, de Pepe Rovano; “Edita”, de Pamela Pollak, y “Punto de Encuentro”, de Roberto Baeza.

Y en el “Short Fulm Corner” se presentarán ocho cortometrajes que tratan desde temas medioambientales a la inmigración o los problemas de la comunidad trans.

EFE