Los elefantes detectan las vibraciones sísmicas provocadas por humanos y huyen de ellas

Como un mecanismo de defensa natural, los elefantes pueden leer las vibraciones en el suelo por medio de organelos específicos instalados en sus patas.

Como parte de su camino evolutivo, los elefantes han desarrollado una sensibilidad espacial y auditiva para detectar las vibraciones que generan sus patas al caminar. De esta manera, logran identificar a otros miembros de sus familias: a qué distancia están, si están en peligro o si les intentan comunicar algo. Esta habilidad les ha permitido escapar de las amenazas de la actividad humana. Así funciona.

Sensibilidad sísmica

La ‘sensibilidad sísmica’ de los elefantes opera bajo las sensaciones que pueden percibir desde el suelo con las patas. Funciona específicamente en los elefantes africanos (Loxodonta africana), quienes son capaces de ‘leer’ las vibraciones que sienten debajo de las patas.

Originalmente, este oído interno se desarrolló en conjunto con terminaciones nerviosas que les permitían descifrar de dónde venían estos estímulos. Hoy se ha ampliado a otras posibilidades, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B. En éste, expertos de Oxford detallan la existencia de organelos específicos en las plantas de los pies que les permiten detectar estos movimientos.

Conocidos como Corpúsculos de Pacini, están diseñados naturalmente para cumplir con esta única función. Con la interacción cada vez más constante —y potencialmente peligrosa— con seres humanos, estos animales han aprendido a distinguir si las ondas sísmicas corresponden a otros elefantes o a la actividad humana. Si se trata de la segunda opción, según un estudio de la Universidad de Oxford, lo más probable es que huyan de ahí.

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