La productora colombiana Burning opta a su primera Palma de Oro con “Memoria”

“Memoria”, del tailandés Apichatpong Weerasethakul, podría darle a la productora colombiana Burning su primera Palma de Oro. Su responsable, Diana Bustamante, ve de momento como “una alegría maravillosa” estar seleccionados en el Festival de Cannes, que inicia su 74 edición este próximo martes.

Su paso anterior por el certamen ha incluido “La Playa DC” (2012), de Juan Andrés Arango, en la también sección oficial Una Cierta Mirada; “Refugiado” (2014), de Diego Lerman, en la Quincena de Realizadores, o “La tierra y la sombra”, de César Augusto Acevedo, premiada como la mejor ópera prima de 2015 y proyectada en la Semana de la Crítica.

Su llegada ahora a la competición corona un camino que se cruzó con el de Weerasethakul en el Festival Internacional de Cine de Cartagena, del que Bustamante fue directora artística y programadora principal de 2014 a 2018.

El director se quedó dos meses de viaje por el país y de ese periplo surgió la voluntad de rodar en Colombia una cinta que empezó a gestarse en 2017 y que tiene a la actriz británica Tilda Swinton, a los colombianos Elkin Díaz y Juan Pablo Urrego, al mexicano Daniel Giménez-Cacho y a la francesa Jeanne Balibar como protagonistas.

“Memoria”, según explica a Efe la productora, que llegó en la madrugada de este miércoles a Francia, “va más allá de la memoria histórica” y habla “de lo que los seres humanos vamos construyendo entre todos y que nos va permeando”.

Jessica (Swinton) es una extranjera que vive en Bogotá y que, tras oír una explosión, trata de encontrarle el sentido a ese sonido, que ya no la deja dormir, a través de sus sucesivos encuentros con otros personajes.

La capital colombiana y el pueblo de Pijao, en pleno eje cafetero, protagonizan las localizaciones del filme, rodado casi completamente en español y que según Bustamante, pese a estar dirigido por un tailandés, es la película “más en esencia colombiana” de todas las que ella ha hecho.

De Weerasethakul le gusta que a través de un cine “aparentemente sencillo construye unas narrativas mucho más profundas, metafísicas de alguna manera, donde la imagen y el sentido de la imagen terminan de completarse en el espectador”.

“No son películas donde las cosas vengan dadas por hecho”, señala la productora, nacida en Medellín hace 40 años y para quien, “en este mundo de imágenes tan concretas y tan crudas”, el cineasta “le devuelve a la imagen un sentido de lo plástico y de lo metafórico”.

PROYECTO INTERNACIONAL

Burning encabeza un proyecto en el que también se han implicado compañías de Tailandia, el Reino Unido, México, Francia, Alemania o Catar, “una gran familia, porque estas películas solo son posibles si muchas voluntades y apoyos se juntan”.

Su etapa de posproducción, efectuada en parte en Francia, coincidió en pleno parón por la pandemia y se terminó “a control remoto, de la manera más loca: el color en Bangkok, una parte del sonido en Bangkok y otra en México…”.

Un ritmo ralentizado que a Weerasethakul, un director “muy perfeccionista” que en Cannes obtuvo la Palma de Oro en 2010 con “Uncle Boonmee who can recall his past lives” (“Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas”, 2010) y el Premio del Jurado en 2004 por “Tropical Malady”, le permitió concentrarse bien en los detalles.

Su estreno en el certamen llega en un momento en que el sector, según Bustamante, “va retomando la vida” tras “tiempos muy difíciles” provocados en Colombia no solo por la pandemia de coronavirus, “sino por el abandono del Estado” también.

Ella aprovechará su estancia para mantener reuniones de trabajo con las que arrancar proyectos que tiene “en movimiento”, pero sobre todo, “tras un año encerrada, como todo el mundo”, lo que quiere, concluye, es ver otras películas.

EFE