Deforestación amenaza con matar de hambre a una de las águilas más grandes

Las águilas arpías (Harpia harpyja), que es una las especies más grandes del mundo, tienen dificultades para alimentar a sus crías en zonas muy deforestadas del Amazonas, según un estudio publicado en Scientific Reports.

Águilas a

Este tipo de águila depende para comer de presas concretas, en especial osos perezosos y monos que viven en las copas de los árboles, pero en las zonas deforestadas; no cambiaron a presas alternativas, por lo que alimentaban a sus crías con menos frecuencia y con animales de menor peso.

El estudio, encabezado por Everton Miranda de la Universidad KwaZulu-Natal de Sudáfrica; monitorizó 16 nidos activos de águila arpía situados en paisajes amazónicos de Mato Grosso (Brasil); que habían sufrido entre un 0 y un 85 % de pérdida de bosque.

Las tasas de alimentación disminuyeron con la pérdida de bosque y las zonas con un 50-70% de deforestación; tres animales murieron de inanición.

Paisajes deforestados

Los paisajes deforestados en más de un 70 % no admiten nidos y los aguiluchos no pueden ser sacados adelante hasta su independencia; en las zonas con una pérdida superior al 50 % de pérdida de bosque, indica el estudio.

De esta manera, alrededor del 35% del norte de Mato Grosso no es apto para la cría, según estima el equipo; que considera que esta situación puede haber causado una disminución del número de parejas reproductoras; en 3.256 desde 1985.

El equipo identificó 306 presas, de las cuales casi la mitad (49,7%) eran perezosos de dos dedos; monos capuchinos pardos y monos lanudos grises; también observaron la frecuencia con la que se lograba la caza y estimaron su peso en los nidos, para lo que usaron cámaras e identificaron fragmentos de huesos.

Además, tomaron como referencia mapas y Google Earth; para calcular los niveles de deforestación entre 3 y 6 kilómetros alrededor de los nidos.

Los autores concluyeron que, dado que las águilas arpías reproductoras requieren de una alimentación específica y rara vez cazan en zonas deforestadas; su supervivencia depende de la conservación de los bosques y establecieron un umbral de cobertura forestal del 50 % para la viabilidad reproductiva.

EFE