La dirigente política Karin Salanova expresó, las iglesias y las ONG hacen un esfuerzo para atender a los niños y adolescentes que están sin oportunidades, ni protección. Recalcó que esa dedicación por brindar bienestar a los pequeños se valora, pero advierte que es necesario que el estado asuma su responsabilidad con la infancia.
Acotó, “la realidad en Venezuela es cruda se han detectados a niños en actividades mineras, formas de esclavitud sexual, servidumbre, trabajo servil, cargadores de combustible, considerado las peores formas de trabajo infantil porque ponen en peligro su salud, seguridad, moralidad y no debería bajo ninguna circunstancia permitirse”.
Detalló que el sistema que representa Nicolás Maduro dice que condena la explotación infantil, que califica como “práctica opresora del sistema neoliberal”. A juicio de la dirigente, es evidente que los mecanismos de protección a los niños en el país fallaron y es imprescindible denunciarlo y exigir que el estado desarrolle políticas para proteger a los pequeños y prevenir que esto no ocurra.
Salanova quien también es abogado indicó, “tal y como está plasmado en la legislación venezolana, específicamente en Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA), El Estado tiene la obligación de tomar todas las medidas administrativas, legislativas, judiciales para proteger a los menores”.
El artículo 94 establece que “todos los niños, niñas y adolescentes trabajadores y trabajadoras tienen derecho a estar protegidos o protegidas por el Estado, las familias y la sociedad, en especial contra la explotación económica y el desempeño de cualquier trabajo que pueda entorpecer su educación, sea peligroso o nocivo para su salud o para su desarrollo integral”.
Subrayó, a finales del año pasado, la organización World Vision reveló que el trabajo infantil en Caracas se incrementó 20%, debido a la pandemia.
Mientras que la organización defensora de derechos de la infancia, Cecodap, alerta que el trabajo no regulado por la ley pone en riesgo al adolescente de ser captado por criminales y lo aleja del sistema escolar.
La dirigente sentenció, “el sólo hecho de ver a un niño limpiando vidrios mientras cambia la luz del semáforo, nos debe llamar a la reflexión, porque ese pequeño tiene menos posibilidades de terminar el colegio o el liceo y en pocos años cuando si tenga edad para formar parte de la fuerza laboral, no cuente con la formación y habilidades para optar por un empleo decente y eso no sólo afecta de manera negativa su vida, la de su familia, la del barrio donde vive, sino a toda la sociedad”.
Finalmente, Salanova señaló, “dónde están las instituciones que se encargan de amparar y cuidar a los niños, exhortamos a las autoridades a que se cumpla la ley”.
