Wall Street abrió este lunes en territorio mixto, con el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, retrocediendo un 0,34 % y con el selectivo S&P 500 perdiendo un ligero 0,15 % tras cerrar el pasado viernes con un nuevo récord.
Diez minutos después del inicio de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones bajaba 116,13 puntos, hasta 34.363,47, mientras que el S&P 500 se dejaba 6,35 unidades, hasta 4.241,09.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan las principales tecnológicas, avanzaba un 0,17 % o 24,34 enteros, hasta 14.093,77.
Tras cerrar la pasada semana con subidas, Wall Street se mantenía hoy a la expectativa y con la vista puesta en la reunión de dos días que a partir de mañana mantendrá la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. y de la que se espera que salgan pistas de cuál puede ser su reacción ante la reciente subida de la inflación.
NINGUNA MEDIDA
A priori el banco central estadounidense no tiene previsto tomar ninguna medida, pero sus previsiones sobre la economía pueden mover los mercados y los inversores aguardan los comentarios que hará el miércoles, al término de la cita, su presidente Jerome Powell.
Hoy, tiraba del mercado el sector energético (0,63 %), impulsado por la subida del precio del petróleo, y también subían otros como los servicios públicos (0,36 %) o las empresas de bienes de consumo no esenciales (0,19 %).
También subían las tecnológicas, con varios valores clave como Apple o Amazon al alza.
Del otro lado, las mayores bajadas eran para las compañías de materias primas (-0,63 %), la financieras (-0,51 %) y las de bienes esenciales (-0,47 %).
Entre los treinta valores del Dow Jones destacaban las ganancias de Salesforce (1,19 %), Disney (0,72 %) o Chevron (0,40 %) y las pérdidas de Home Depot (-1,09 %), IBM (-1,04 %) o Cisco Systems (-0,85 %).
En otros mercados, el petróleo de Texas subía a esta hora a 71,71 dólares el barril, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años avanzaba al 1,489 %, el oro se deslizaba a 1.862,3 dólares la onza y el dólar perdía terreno frente al euro, con un cambio de 1,212.
