Piratas informáticos roban parte del código del FIFA 21 a Electronic Arts

Piratas informáticos lograron acceder a la red del desarrollador de videojuegos estadounidense Electronic Arts (EA) y robaron parte del código de programación de FIFA 21, informó este jueves la compañía.

“Estamos investigando un incidente reciente de intrusión en nuestra red en que una cantidad limitada de código de fuente de videojuegos y herramientas relacionadas fueron robados”, apuntó en un comunicado la empresa con sede en Redwood City (California, EE.UU.).

Desde la compañía aseguraron que los hackers no lograron acceder a datos de los jugadores y que “no hay razón para pensar que existe riesgo alguno para la privacidad” de estos.

Los piratas, por su parte, colgaron esta semana en un foro de la llamada “dark web” (el internet oscuro) un mensaje en el que aseguraban disponer de 780 GB de código del popular videojuego de fútbol FIFA 21 y lo ponían a la venta.

A mediados de mayo, un grupo de piratas informáticos atacó una de las mayores redes de oleoductos de Estados Unidos, operada por la empresa Colonial, lo que puso de relieve la vulnerabilidad de las infraestructuras clave, que en muchas ocasiones no mantienen sus sistemas al día con las últimas actualizaciones de seguridad.

El ataque, perpetrado por hackers de la organización Darkside ubicada en Rusia, obligó a la compañía a detener sus operaciones durante cinco días, lo que generó escasez en el suministro de combustibles en gran parte del sureste de EE.UU., puesto que Colonial abastece el 45 % del consumo en la costa este del país.

Solo unas semanas después, Microsoft alertó de una “oleada” de ciberataques con origen en Rusia contra más de 150 Gobiernos, “think tanks”, empresas consultoras y organizaciones no gubernamentales de 24 países, con especial énfasis en Estados Unidos.

En una entrada en el blog oficial de la compañía, el vicepresidente corporativo para seguridad y confianza de los clientes, Tom Burt, explicó que la organización identificada tras los ataques es Nobelium.

EFE