El que fuera consejero delegado de Renault y Nissan; Carlos Ghosn; que vive en Beirut desde finales de 2019; está siendo interrogado este lunes por investigadores franceses en la capital libanesa por presuntos irregularidades financieras; en un proceso que se alargará hasta el viernes día 4; informaron fuentes a EFE.
Una fuente judicial libanesa que pidió no ser identificada dijo que un equipo de investigadores franceses empezaron hoy con las sesiones de interrogación a Ghosn sobre las transferencias de fondos por parte de Nissan a uno de sus distribuidores en Omán y sobre quién pagó los gastos de su boda; celebrada en el Palacio de Versalles el 8 de octubre de 2016.
Por otra parte, una fuente cercana al ex directivo de Renault y Nissan dijo que este proceso se alargaría cinco días; hasta el próximo viernes día 4.
Esta audiencia ya fue anunciada anteriormente por la defensa de Ghosn; que afirmaron en un comunicado que el empresario acudiría “de manera voluntaria”.
Ghosn está siendo investigado por presuntos tráfico de influencias; malversación; apropiación indebida y blanqueo por la Dirección Nacional de Verificaciones de Situaciones Fiscales (DNVSF) de Francia; donde no tiene intención de volver.
El empresario; de 67 años; niega las acusaciones vertidas tanto por Francia como por Japón; país del que huyó; y asegura que no se arrepiente del año y medio que ha tenido que pasar en su residencia de Líbano para evitar ser encarcelado en alguno de esos dos países.
Ghosn huyó de Japón bajo el argumento de que no iba a recibir un juicio justo en la nación nipona tras su arresto en 2018, y asegura que tampoco cree que Francia vaya a tratar su caso da manera imparcial.
“El equipo de la defensa ya ha detectado graves irregularidades procesales en los expedientes franceses. Estas anomalías, que socavan el proceso judicial, son el resultado de los métodos peculiares de la investigación japonesa, que es la fuente principal para construir los casos franceses”, señala el comunicado de la defensa.
En este sentido, sus abogados piden que se le otorgue a su cliente la condición de imputado, “ya que solo esto le permitiría impugnar las fallas legales que rodean el caso”.
El empresario, con nacionalidad francesa, libanesa y brasileña, ha negado siempre haber cometido irregularidades cuando era presidente de Nissan y Mitsubishi, y director ejecutivo de Renault, y rechazó las acusaciones por no haber declarado su salario y utilizado fondos de la empresa para beneficio personal.
