La razón por la que hay pocos alimentos de color azul

La naturaleza nos regala atractivas frutas de intenso color: rojo, naranja, verde o amarillo, pero nunca comida azul sin colorante. Jamás frutas azules, aunque creas que los arándanos lo son.

De esta manera, la naturaleza y el color azul es sumamente impactante y atrevido, encontramos algunas flores azules e incluso animales de color azul. Pero qué pasa con la comida; bueno, la casi inexistencia del color azul en alimentos tiene una razón de ser que seguro te impactará.

¿Por qué no hay alimentos azules?

Por el cual, el primer lugar una pequeña concreción: a menudo denominamos frutas azules a los arándanos, a determinadas uvas, a las ciruelas, las grosellas, o las moras… Pero su coloración es ligeramente púrpura, acercándose al violáceo. No disponen, como dirían los niños, de un auténtico «color pitufo».

Cabe destacar, que este color parece estar «casi» vetado en los vegetales.¿Por qué razón? Bien, sabemos que la mayoría de plantas disponen de esa coloración verde debido a la clorofila, pero el azul es un pigmento realmente complejo de conseguir en el mundo natural. Siempre que veas una flor azul, por ejemplo, debes saber que esto se debe a una química muy, muy alcalina. Una peculiaridad poco común, ya que la mayoría de las plantas y animales tienen un metabolismo un poco más ácido.

Asimismo, las plantas que tienen flores azules, acaban volviéndose rosas o violetas debido a los habituales suelos ácidos de los que se nutren. Es un pigmento orgánico, llamado antocianina, el que hace que, por ejemplo, nuestras plantas se vuelvan rojas en un medio muy ácido, violeta en un escenario neutro y azul si el suelo es alcalino. Un ejemplo sencillo: antocianina sumada a un medio ácido originará rosas rojas. Antocianina combinada con un medio alcalino, te dará violetas azules. Así que ya conocemos una de las razones por las que son tan poco comunes los alimentos azules.

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