El artista plástico José Antonio Sánchez Pulido, de 64 años, de trayectoria nacional, fue asesinado en el interior de su residencia en la urbanización Las Lomas en San Cristóbal, y su cadáver presentó señales de violencia.
El cuerpo fue localizado en la mañana del miércoles por personas cercanas a la víctima, quienes de inmediato se comunicaron con las autoridades policiales para hacer la notificación de un hecho criminal que consternó a los sectores vinculados al arte y la cultura en el estado Táchira.
Pese a que las autoridades mantienen hermetismo sobre el caso, se sabe que fue uno de los trabajadores de jardinería quien halló el cadáver en el momento que llego a la Quinta Lis, residencia de Sánchez Pulido, y donde mantenía una galería de arte que contaba con numerosas piezas de alto valor artístico y económico.
La persona que se comunicó con la policía, dijo, muy alterado, que en la Quinta Lis, ubicada en la avenida Trujillo de la urbanización Las Lomas, parte alta, vía a Santa Teresa, había localizado el cadáver de su jefe, el pintor, escultor y poeta, José Antonio Sánchez Pulido, quien estaba vinculado a la actividad cultural y artística no sólo del estado Táchira, sino de Venezuela en general.
Varias comisiones salieron de inmediato al lugar, en primera instancia de la policía del estado y luego de efectivos del Eje Contra Homicidios del Cicpc Táchira, para hacerse cargo de las investigaciones.
Ante la presencia de los funcionarios en el sitio, los vecinos salieron de sus casas para indagar el motivo del despliegue policial y la presencia de una unidad furgoneta, lo que era un indicativo de que algo grave había ocurrido en la quinta del pintor y promotor cultural.
En efecto, en el interior de la vivienda, donde también funciona la Galería de Arte Lis, fue encontrado el cuerpo del artista plástico, presuntamente muerto a causa de asfixia mecánica, consecuencia de estrangulamiento.
En el inmueble se podía observar un gran desorden y espacios vacíos en algunos ambientes, lo que hizo presumir que eran lugares ocupados por objetos que resultaron robados.
Los investigadores se entrevistaron con la persona que encontró el cadáver, un trabajador de Sánchez Pulido, quien explicó que en la mañana del miércoles, cuando llegó a trabajar como solía hacerlo a diario, se encontró con la puerta principal abierta y esto le causó extrañeza, ya que Sánchez Pulido era una persona muy preocupada por la seguridad.
El trabajador también hizo comentarios sobre los espacios vacíos y la falta de objetos, lo que hace presumir el robo como móvil. Personas cercanas a la víctima comentaron que ésta vivía sola en la Quinta Lis, una vivienda muy amplia. Tiene dos hermanos, uno de ellos médico, con residencia en Tovar, estado Mérida y una hermana radicada en Estados Unidos, ambos de avanzada edad.
También explicaron que hace poco sufrió una especie de ACV que logró superar y además fue operado de apendicitis, tras lo cual había pensado en el retiro. Tenía previsto vender la quinta y la galería para marcharse al exterior y gran parte de obras de arte las había colocado en un espacio cerrado, de igual manera con la intención de venderlas. Esto lo había afectado en grande porque esas obras de arte eran motivo de su orgullo y sentía un gran aprecio por ellas.
Pese al silencio policíal, se sabe que los investigadores están trabajando inicialmente el entorno de la víctima, ya que éste por sus actividades de trabajo solía recibir personas en su casa y algunas permanecían hasta altas horas de la noche.
Se presume que José Antonio estaba con alguien conocido en su casa, cuando fue asesinado al parecer en horas de la noche del martes. Sánchez tenía varios perros, pero los vecinos aseguran que ninguno de ellos ladró durante la noche del martes y menos se escucharon ruidos extraños que provinieran de esa casa. Es en esa dirección que están trabajando los pesquisas y el motivo por el cual las investigaciones tiene centrada su atención en el entorno del fallecido, particularmente en el círculo de amigos y conocidos.
