Desactivaron “Los Sin Piedad”que incursionaban en Valencia

A través de un trabajo de campo e investigación, funcionarios de la Policía de Carabobo desarticularon un peligroso grupo delictivo que incursionaba en varios sectores de Valencia y municipios foráneos.

La organización criminal se daba a conocer como “Los Sin Piedad”, y tenía su centro de operaciones en el sector Ciudad de Chávez en Valencia.

Se comentó que los supuestos delincuentes actuaban con mucha saña y no tenían misericordia ante sus víctimas. No les temblaba el pulso a la hora de cometer sus acciones delictivas.

Por tal motivo, se daban a conocer como “Los Sin Piedad”. El nombre como tal suena terrorífico, y ya se encontraban muchos de ellos plenamente identificados por los cuerpos policiales de la región.

De acuerdo a las denuncias, los integrantes de esa banda incurrían en los delitos de homicidios, robo y hurto vehículos, secuestro, extorsión, violación, asalto a las unidades de transporte de alimentos, entre otros hechos, previstos y sancionados a través del Código Penal venezolano.

Ante el clamor público, los oficiales, a través de un dispositivo especial y previo a una información confidencial, lograron la captura de dos individuos, quienes forman parte del grupo.

La aprehensión se hizo efectiva en las últimas horas en el barrio Sagrado Corazón, adyacente al Hipódromo de Valencia.

Allí lograron la captura de un hombre de 18 años de edad, y otro que es conocido con el remoquete de “El Candelita”, de 30 años. Ambos individuos gozaban de un beneficio de casa por cárcel.

Se comentó que la persona de 18 años presentaba un amplio prontuario policial por hurto genérico y el segundo con dos registros por incitación e inducción al consumo de drogas, así como el delito de aprovechamiento de vehículos.

Al momento de la detención, a los presuntos antisociales les fueron confiscadas dos armas de fuego, tipo escopeta, de fabricación artesanal y cinco cartuchos calibres 12 y 36. El procedimiento como tal fue notificado al Ministerio Público.
Se dijo finalmente que la presencia de esos esbirros en la zona, se habían convertido en un dolor de cabeza, y además violentaron la medida del tribunal.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo