Este lunes aproximadamente a las 7:00 de la mañana, funcionarios del Cuerpo de Vigilancia y Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Bolivariana levantaron el cuerpo de una persona que en horas de la noche del domingo pasado fue embestida por un vehículo, cuyo conductor emprendió la huida a toda velocidad.
Se llamaba Víctor Javier Alvia, de 37 años de edad, quien residía en el sector Múcura del municipio Ezequiel Zamora del estado Aragua, zona limítrofe con la jurisdicción de José Ángel Lamas.
Familiares relataron a los medios de comunicación social que Alvia trabajaba de obrero para una embutidora en La Villa y padre de seis hijos.
Este domingo -relataron-, la persona estuvo en la casa de su progenitora celebrando el Día de las Madres. Por ese motivo, se tomó unos tragos de aguardiente.
Cuando promediaban las 7:30 de la noche, Víctor Javier manifestó a sus seres queridos que regresaría a la casa de su mujer para evitar algún contratiempo con ella.
Sin embargo, le respondieron que era muy tarde y la carretera nacional Cagua-Villa de Cura, en horas nocturnas se convierte como “especie de guillotina vial”.
A pesar del pedido, el obrero, quien en ese momento estaba bajo los efectos etílicos, agregó lo siguiente: “Tranquila familia, yo me voy a pie y tomaré las precauciones del caso”.
Lo acompañaron hasta cierto tramo, y después arrancó solo hacia su vivienda.
Como a las 8:00 de la noche, específicamente en el parque Las Rosas del sector La Orquesta fue embestido por un vehículo, cuyo conductor emprendió la huida.
Y este lunes cuando uno de los hermanos llamó a la cuñada preguntando por su hermano, ella le respondió lo siguiente: “Víctor no ha llegado a la casa”.
Seguidamente los parientes se comunicaron telefónicamente con alguna persona que vive cerca del sitio donde ocurrió la desgracia, y se presumía que había pasado la noche.
Igualmente le manifestaron que el hombre no había llegado a ese sitio. Ante el desespero, una sobrina de la víctima se vino a pie por toda la carretera.
Pero al llegar al parque Las Rosas, la muchacha visualizó el cadáver de una persona, e inmediatamente pidió información a un vecino.
Ese cuerpo pertenecía a Víctor Javier Alvia, y la noticia corrió como pólvora. El cadáver fue trasladado a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley.
