Caleb Ewan se convierte en el rey del esprint y Attila Valter sueña en rosa

El australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) hizo honor a su apodo de “Cohete de Bolsillo” siendo el más rápido en un espectacular esprint que le permitió firmar un doblete en la séptima etapa del Giro, entre Notaresco y Termoli, en la que el húngaro Attila Valter (Groupama) mantuvo la maglia rosa.

Foto: Referencial

Ewan (Sydney, 26 años), aguantó el primer ataque lejano del colombiano Fernando Gaviria y esperó su momento para el despegue definitivo que le permitió aterrizar como jefe del esprint en este Giro. Con un tiempo de 4h.42.12 se anticipó al italiano Davide Cimolai (Israel Start Up) y al belga Tim Merlier (Alpcin Fenix).

Día especial para el nuevo héroe de Hungría, Attila Valter, primer nacional líder del Giro, quien disfrutó de la maglia rosa sin mayores sobresaltos, en una jornada que cumplió el pronostico de llegada masiva. Afrontará la octava etapa con el mismo objetivo, pero tiene al belga Remco Evenepoel (Deceuninck Quick Step) a 11 segundos y al colombiano Egan Bernal (Ineos) a 16.

FUGA DE TRES, VIAJE A NINGUNA PARTE

De inicio se formó una escapada de 3 corredores cuando apenas había bajado la bandera de salida. El británico Mark Christian (EOLO-Kometa), el suizo Pellaud (Androni) y Umberto Marengo (Bardiani), habitual en las fugas salieron disparados en busca de una gloria casi imposible. No obstante, de ilusión también se vive y soñaron un buen rato.

El trío llegó a tener 6 minutos de ventaja, pero asumiendo en cada una de sus pedaladas que los equipos de los esprinters no iban a dejar pasar otro oportunidad para la “volata”. Tanto el Groupama del líder húngaro Attila Valter, en ejercicio de control de la maglia rosa, como equipos como el Qhubeka de Nizzolo o el UAE Emirates del colombiano Fernando Gaviria, se arremangaron en las labores de caza.

No fueron los únicos, pues con la fuga controlada “al baño maría” el gran grupo iba poco a poco tomando posiciones. También asomaban en cabeza el Alpecin de Merlier, el Cofidis de Viviani, el Lotto de Ewan y por supuesto, el Bora de Peter Sagan, quien espabiló para rebañar 5 puntos en un esprint intermedio. La maglia “ciclamino” es un objetivo del triple campen mundial.

GAVIRIA SALIÓ VOLANDO, PERO EL COHETE FUE EWAN

El primer paso para el esprint se cumplió a 17 kilómetros de la meta de Termoli con la caza del trío que de declaró en rebeldía en los primeros metros de etapa. Después en las labores de aproximación el pelotón luchó por la posición, ya que al final había una subida que podía dar algún susto.

A 4 kilómetros el frente se cubrió con le color amarillo del Jumbo Visma de Groenewegem, ansioso por volver a la senda del triunfo. El pelotón marchaba estirado a las puertas del punto clave ubicado en los 2 últimos kilómetros, un pequeño muro con un tramo del 12 por ciento de desnivel.

Daniel Oss (Bora) tensó en compañía de Albanese para colocar a Sagan, pero ni lograron despegarse ni el eslovaco se agarró a la rueda de su compañero. El esprint estaba cantado y no faltaba nadie para su disputa.

El colombiano Gaviria atacó de muy lejos, explosivo el de La Ceja, pero no contaba con un cohete australiano llamado Caleb Ewan que hizo un despliegue espectacular de fuerza, adelantando con autoridad al ciclista del UAE y levantando los brazos a lo grande.

Era la tercera victoria de la temporada para el corredor “aussie”, un velocista premium, con un palmarés que incluye nada menos que 5 triunfos de etapa en el Tour de Francia y otras tantas en el Giro. Un cohete que vuela en el asfalto.

La octava etapa tendrá lugar este sábado entre Foggia y Guardia Sanframondi, de 170 kilómetros.

EFE