Madres celebran su día trabajando

Hoy es el Día de las Madres, fecha en la cual ese maravillo ser se convierte en el centro de todos los agasajos, como una forma de reivindicar en un solo día, todo ese aporte de procreación y formación que implica la crianza de un ciudadano.

 
Por segundo año consecutivo, la sublime fecha llega en medio de la pandemia, lo que ha obstaculizado las actividades típicas de este día, especialmente a nivel comercial, y en el ámbito familiar, las restricciones impedirán a las familias congregarse en gran número, como es una tradición venezolana.


Y en estos tiempos difíciles, muchas mujeres han complementado las labores del hogar con un trabajo en la calle, para poder subsistir en medio de las dificultades propias de una crisis, y mantener un hogar, muchas veces como únicas proveedoras.


La fecha nos permite recordar que la labor de ser madre es un símbolo de lucha y perseverancia, que se ve reflejada en los rostros de cada mujer trabajadora, que despierta de madrugada y sale a conquistar el día con una sonrisa, y que al regresar al hogar, no abandona su constante espíritu de trabajo y orden, sino que sigue trabajando en sus oficios hogareños.


Tal es el caso de Greisy Arias, quien destacó su condición de único sostén de su núcleo familiar, lo que es algo ya muy extendido en nuestra sociedad de padres irresponsables.


“Desde hace muchos años he sido madre y padre para mis hijos, me considero luchadora, guerrera, mis labores rutinarias son levantarme temprano para llevar los alimentos y tratar de sustentar las necesidades que tenemos en el día a día de nuestro hogar”, dijo esta madre trabajadora.


Relató Arias que desde la 5:00 de la mañana sale de su hogar a vender café en la plaza de Turmero, lo que le permite solventar aspectos básicos de la alimentación de sus tres niños, además de dos nietos, y su madre, que es paciente oncológica, quien está bajo su cuidado.


De igual manera Lilibeth Guerrero nos comentó que la crisis venezolana la convirtió en único eje de su familia, ya que por la situación generalizada su pareja se vio en la necesidad de salir del país.

Desde hace aproximadamente 3 años mi pareja se fue a otro país, yo quedé bajo la responsabilidad de mi hija, tengo cuatro niños y por ellos guerreo para poder mantenerlos y alimentarlos”.

Acotó Guerrero que desde la 4:00 de la mañana comienza sus actividades, tiempo que aprovecha para hacer los quehaceres del hogar, preparar el desayuno y dejar todo listo para salir a trabajar en la plaza de Turmero, donde vende pollo picado.

Por su parte, Mayerling la Cruz destacó que su rutina de trabajo diaria es indetenible, pues considera que los oficios y su desempeño laboral son lo mismo, como madre trabaja en la calle y en la casa.

“Desde muy temprano salgo a trabajar, a las 6:00 de la mañana empieza mi rutina diaria con las labores del hogar, dejar el desayuno hecho para mi esposo, mi hija Paula, luego salgo a trabajar desde las 8:30 de la mañana hasta aproximadamente al mediodía. Pero allí no termina todo, regreso al hogar a continuar con los oficios, que también es un trabajo”, aclaró La Cruz.

Igualmente opinión tuvo Katiuska Colmenarez, quien destacó el reto que significa lograr producir en medio de un panorama tan complicado como el actual, en medio de la pandemia y la crisis propia de la economía, especialmente la hiperinflación.

“Es un quehacer diario que uno como madre y padre tiene que hacer para poder llevar la comida a diario al hogar, esto implica levantarse temprano y bregar para poder subsistir, en estos tiempos las cosas son muy duras y hay que producir”, dijo.

Colmenarez destacó que desde hace muchos años trabaja en la calle para la manutención familiar, pues todos los días sale a trabajar para ayudar a complementar los gastos de la casa, sufragados por su hijo.

“Desde la 5:00 estoy activa, siempre fui padre y madre para mi hijo, es por ello que los esfuerzos son un poco más fuerte. Ya mi muchacho tiene 23 años y es parte del sostén de la familia, sin embargo, yo vengo a trabajar para ayudarlo en los gastos de la casa”.

Por su parte, Diana Dalís nos contó, con su bebé recién nacido en brazos, que se encuentra de reposo, pero apenas le den luz verde sale a bregar como siempre lo ha hecho.

“Yo soy madre por segunda vez, estoy recién dada a luz, cuento con la bendición de tener una pareja que responde por nuestro bienestar. Por el momento no estoy laborando debido a tener reposo post parto, pero ya saliendo de mi post natal debo salir a trabajar y guerrear, por mis hijos. La cosa está muy dura”.

Ante estos testimonios, queda claro que las madres no conocen de limitaciones, pues para ellas saltar los obstáculos es algo natural, ya que no conocen del miedo a las dificultades, sino de ser productivas y dar mucho amor.

Estas características son más notables en quienes han asumido la dura tarea de ser madre y padre al mismo tiempo, no obstante esa doble condición no las amilana, sino que más bien las anima a “ponerse las botas”, a patear las calles, con el objetivo de mantener a sus hijos y ser responsable por su crianza.

JOSÉ CARPIO G | elsiglo
foto | JOEL ZAPATA