Roberto Rimeris, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria del Vestido (Cavediv), ve con preocupación que la situación del sector durante este primer trimestre, afirmando que tuvo “un arranque muy débil”, obligando a que los empleados realicen otra actividad informal para buscar sustento a su familia.
“No hemos podido crecer entre los afiliados y más bien nos mantenemos igual que el año pasado en una cantidad mínima de 400 empresas que éramos hace 20 años hoy somos 25; una disminución bastante fuerte», dijo.
Rimeris explicó que otro de los factores por el cual ha disminuido la actividad en este sector, se debe al decaimiento de la economía en el país durante los últimos 6 años, haciendo que al empresario se le dificulte la estabilidad financiera en sus emprendimientos.
“Somos un país económicamente muy pequeño y las industrias tenemos que adaptarnos a esa realidad”, señala Rimeris.
INDUSTRIA DEL VESTIDO LE FALTA APOYO
Afirmó que la falta de apoyo a las empresas, también afecta mucho para que los empresarios repunten sus negocios
Por otra parte, el presidente de Cavediv, confesó que la dolarización de facto que se ha visto en los últimos años en Venezuela, con optimismo el mantener a flote el sector de vestido, pero la pandemia ha dificultado su funcionamiento.
Aunado a esto, también considera que los costos de fabricación nacional son muy elevados, obligando a los fabricantes comprar mercancía ya fabricada del exterior.
“Traer materia prima se ha vuelto muy costosa; aparte de la pandemia los puertos no están trabajando eficientemente y han trasladado esos costos a los clientes”, dijo Rimeris
El líder gremial, sugirió al Estado la ejecución de un plan económico, con el fin de revivir el decaído sector de vestido en el país.
Asimismo, Rimeris señaló que han mantenido conversaciones con representantes de Conindustria para debatir sobre el panorama económico que atraviesa la nación.
El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria del Vestido (Cavediv), ha conversado con sectores del gobierno; pero sin llegar a un acuerdo en concreto, por lo cual abogó por “caminar en un mismo sentido”.
