Comerciantes catalogan de frías las ventas en horario vespertino

Si las circunstancias son un poco más difícil por la mañana, la situación se hace más complicada para la tarde, piensan al respecto algunos comerciantes del centro de Maracay (sectores de los llamados no priorizados en semanas radicales), quienes centran la fe y esperanza que sus ventas aumenten en tiempo de flexibilización (semanas de acuerdo a los lineamientos del Ejecutivo nacional).

Los propietarios o encargados de los diferentes negocios en el casco central de la Ciudad Jardín enfatizan que son muchos los elementos que prevalecen sobre este panorama en horario vespertino, que lo catalogan incluso de “desolador”.

“En esta semana de flexibilización las personas han salido menos, parece mentira, pero la semana pasada de días radicales, hubo más afluencia de clientes”, indicó Álvaro Gutiérrez, encargado de una zapatería por el boulevard Pérez Almarza.

Resaltó que en estos días se esperaba mayor presencia de personas, “pero vean como está esto, nosotros aquí en la tienda, ustedes periodistas que llegaron y los policías que están afuera, esto está totalmente vacío, cuando el reloj marca las 2:45 de la tarde”.

Gutiérrez no quiso asegurar las posibles razones del porqué hay poca afluencia de clientes en el centro por la tarde, pero indicó que la situación de la pandemia, el alto costo de la vida y el transporte “se confabulan para que esto se vea así de vacío”.

Por su parte, Robert Márquez reseñó que en la mañana hay mucho más movimiento que en la tarde. “Después del mediodía la cosa se pone más dura, son más flojas y frías las ventas”, acotó.

El joven precisó que están cerrando los comercios tal como lo establecen los reglamentos, pero apuntó que en ocasiones bajan la santamaría “más temprano”.

Hay poco público, dijo el vendedor, que en muchas oportunidades solamente ven, preguntan y se van. “Tenemos muchas esperanzas que con la llegada de la quincena y los bonos el panorama cambie, que veamos más personas, tanto en la mañana como en la tarde comprando”, mencionó, también reseñó “aunque parezca paradójico, pero en los días de semana radical las ventas son mejores”.

Otra comerciante que se mostró preocupada fue María González. “Yo vendo ropa y se puede ver como está el negocio, con poca presencia de clientes. No ha estado fácil para nosotros, pero esperamos que esta realidad cambie en los próximos días. Vivimos de esto, pero entendemos que las personas se preocupan más por comprar comida”, precisó.
Yolanda Torres atiende en una zapatería, manifestó que pese a los precios “para llamar clientes” las personas prácticamente “lo único que hacen es ver y se van”. “Sabemos que la situación monetaria les pega a uno más que otros, pero en este negocio se hace todo lo posible para llamar la atención de los compradores, por ello, los propietarios han colocado precios que se ajustan a la realidad de los clientes. Aquí se vende, pero no tanto como en otras ocasiones”, enfatizó.

Luis Miguel Andrade, encargado de una panificadora, donde también se expende comida rápida, como perro calientes, hamburguesas, choripán y pepitos, argumentó que “hay que ingeniárselas para captar la atención de los compradores”.

“Aquí trabajamos casi las 24 horas y buscamos la manera de que las personas pasen por este punto. Sino te llevas el pan para acompañar los alimentos en la casa, te comes un rico perro, una hamburguesa o un pepito. Lo ofrecemos a los mejores precios para ganar clientes, hay mucha competencia y eso lo tenemos estudiado”, afirmó Andrade.
Indicó que las ventas “están ahí… ahí”, que sus compradores llegan a cualquier hora, puntualizando que en la mañana y en la noche “la cosa es mejor que en la tarde”.

HB. | elsiglo