Lo sorprendió la muerte en una parada de transporte público

En una parada de transporte público en la avenida Bolívar en dirección a San Jacinto, frente a la plaza Felipe Guevara Rojas en la ciudad de Maracay, a un ciudadano lo sorprendió la muerte a primera hora de la mañana de este viernes, a pocas horas de celebrarse la beatificación del doctor José Gregorio Hernández.

Luis Guillermo Jiménez murió presuntamente a causa de un infarto

Se trataba de Luis Guillermo Jiménez, de 64 años de edad, padre de tres hijos, y de oficio vigilante en uno de los edificios de la urbanización El Bosque en la avenida Las Delicias, zona norte de la ciudad.

Scheila de Jiménez, esposa del vigilante, se mostró muy compungida

Su esposa Scheila de Jiménez, dijo que su compañero sentimental salió a eso de las 5:00 de la mañana de su residencia situada en el sector 10 de Caña de Azúcar, frente a la Delegación Municipal Maracay, llevando consigo su vianda y demás cosas personales.

En Caña de Azúcar abordó una camioneta y se quedó en la parada que está situada frente a la plaza Felipe Guevara Rojas para luego dirigirse a pie hasta su sitio de trabajo, cuando de pronto comenzó a sentirse mal.

Se desplomó sobre la acera, y unos motorizados que hacían su cola para abastecerse de gasolina en una estación de servicio, se acercaron hasta ese sitio y reportaron el asunto a los servicios de Emergencia, pero lamentablemente ninguna unidad de auxilio se acercó a la avenida Bolívar.

Y en medio del desespero, los buenos samaritanos le pidieron el número de teléfono de algún pariente y el señor aún consciente, pidió que llamaran a uno de sus hijos.

Sin embargo, a los minutos, Luis Jiménez falleció aparentemente a causa de un infarto fulminante. No hubo chance de trasladarlo a un centro asistencial, en donde le prestaran los primeros auxilios médicos, comentó la denunciante.

Al lugar hicieron acto de presencia funcionarios de la Policía de Aragua, adscritos al Centro de Coordinación Policial del centro de Maracay e igualmente una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, quienes se encargaron del procedimiento.

El cadáver del vigilante fue trasladado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses en Caña de Azúcar para la autopsia de ley.

La señora Scheila dijo a los periodistas de elsiglo que su esposo estuvo muy alegre y sonriente la noche del jueves.
“Mi esposo era una persona muy seria y esa noche lo noté muy extraño. “Qué te pasa hoy, usted no es así y su extraño comportamiento me causó sorpresa”, expresó la ciudadana.

“Mi compañero, con quien procreé tres hijos, se estaba despidiendo de sus seres queridos”, manifestó la señora. “Él era una persona que no tenía problemas de salud, y lo sorprendió la muerte en una parada de transporte público. Las cosas de la vida y aunque duele mucho la despedida de un ser muy querido, tenemos que aceptar las órdenes de nuestro gran Señor”, agregó finalmente.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo