Hoy se celebra el Día Internacional del Trabajador

Son muchas las interrogantes que pueden surgir cada vez que llega una fecha tan trascendental como el 1° de mayo, inquietudes que germinan especialmente de una sola parte, de los trabajadores.


Hoy en muchas partes del mundo, se celebra el Día Internacional del Trabajador, fecha que por su devenir en el tiempo, tendría que ser más para vitorear los antecedentes de lucha por la cual fue decretada, pero que en realidad se ha convertido en jornadas donde sólo se fijan posiciones de clamor.

Se pueden abordar diversos argumentos que permitan entender el porqué de lo significativo del 1° de mayo, de lo que representa, en especial de la historia común desde dos puntos de vista, entendido en las relaciones trabajador-patrono, pero todo deja ver que aún persiste el dominio de una parte a otra, que lejos de concretar vínculos para el bien común, se mantiene en jaque a la masa trabajadora.

Al revisar la historia, el Día del Trabajador tuvo su cimiento en los Estados Unidos de Norteamérica, cuando en 1886, el presidente de entonces, Andrew Johnson, “promulgó la llamada Ley Ingersoll, que por primera vez estableció 8 horas de trabajo diarias, producto de una lucha localizada por obtener esta reivindicación”. Pero no fue por mera casualidad dicha legislación, porque es necesario recordar que trabajadores de Chicago, ese año, iniciaron una gigantesca huelga para conseguir una jornada laboral “digna”, que permitiera ganar la condición y el respeto como seres humanos, muy lejos de tener la sensación de ser tratados como “esclavos”.

En los momentos contemporáneos, tomando como referencia el transitar del siglo XXI, esa impresión de esclavitud no ha desaparecido, porque en algunos estados de EEUU, las jornadas horarias de trabajo superan hasta doce horas diarias de labor, y ese contexto se repite en países sudamericanos como Brasil, Colombia, Chile y Ecuador, realidad de la que dan fe una gran cantidad de venezolanos que han migrado a esos países “casi obligados” como consecuencia de la situación económica por la que viene atravesando la República Bolivariana; por un lado se habla del bloqueo al que ha sido sometida la nación, y por otro, la crisis se ha incrementado por la puesta en marcha de políticas que poco han ayudado.

OTRO INUSUAL AÑO
Por razones lógicas por la que atraviesa el mundo a causa de la pandemia, este año el Día Internacional del Trabajador se celebrará con cierta austeridad, como ocurrió en el 2020.

Aunque algunas centrales de trabajadores del mundo, así como sindicatos y gremios están convocando a realizar hoy concentraciones físicas para calentar las calles desafiando las prohibiciones, en virtud de exigir reivindicaciones laborales, otras en cambio se están organizando de “manera simbólica y con actividades virtuales” con el fin de hacerse sentir durante esta fecha.

En países de Europa, como Alemania, Francia y Turquía, el sector sindicalista se ha preparado mucho mejor que el año pasado y se han alistado para protestar a través de las redes sociales, así como iniciar cánticos desde los balcones de sus casas y terrazas.

En los Estados Unidos de Norteamérica, las autoridades temen que las manifestaciones por el 1° de mayo se desarrollen en aquellos estados donde las protestas se han hecho sentir con más fuerza en los últimos meses, en especial, en las ciudades marcadas por el abuso policial, teniendo como bandera de lucha la figura de George Floyd.

En Chile y Colombia las autoridades han aprovechado el incremento de casos por el Coronavirus para levantar legislaciones de un confinamiento más severo, toda vez, que en sus capitales, Santiago y Bogotá, las calles han “estado calientes” en las últimas semanas por innumerables manifestantes día y noche.

Por su parte, en Venezuela, el Gobierno Nacional hasta el viernes no había convocado oficialmente a su militancia a concentraciones, pese a cumplirse este 1° de mayo dentro de la semana de flexibilización según el método 7+7; las masivas convocatorias del chavismo fueron organizadas hasta el 2019 para celebrar la fecha con anuncios y arengas de continuar la lucha laboral desde la clase obrera y trabajadora.

Por su parte, la oposición venezolana, por intermedio de algunos de sus líderes, desde el pasado lunes iniciaron la invitación para que se acerquen sus partidarios a plazas y otros espacios públicos, como una forma de exigir respeto al trabajador, mejores sueldos (en concordancia a tasas de divisas extranjeras) y reivindicaciones justas.

POCO QUE CELEBRAR
Carmen Benítez (Maestra): “Urge entablar un diálogo académico respecto a estas cuestiones sin presiones ideológicas que distorsionen la verdadera naturaleza del trabajo y de los trabajadores, considerando valores esenciales para la paz y el desarrollo social de la nación”.

Apuntó, “aquí no es hablar a favor de un solo lado, es decir, de favorecer a un patrono opresor o a unos trabajadores zánganos que se aprovechan de políticas para obtener sus intereses”.

Resaltó que el gobierno de Nicolás Maduro debe sentarse con todos los sindicatos del país, públicos y privados, y sincerar la situación laboral en Venezuela. “Ojalá pudiéramos hacer cambiar aquel refrán -éramos ricos y no lo sabíamos- por -somos ricos y si lo sabemos. Y no me refiero a ostentar riquezas como multimillonarios, sino con sueldos dignos y reivindicaciones acordes a las necesidades. Si bien, ahora se ven pocas protestas de trabajadores, no es por el hecho de que estamos bien, sino que hay pocas fuerzas para hacerlo; hay hambre y necesidad, y arriba en el poder, todos lo saben, desde Maduro como Guaidó, quienes comen de cinco a seis platos a cualquier hora del día, mientras otros prueban un bocado cada 72 horas; celebramos por la vida, porque del resto, hay pocas razones para hacerlo, en especial en esta fecha”, precisó.

José Sandoval (Abogado/profesor): “Esta es una fecha que debe llamarnos a la reflexión, asegurando que no se puede negar que la situación laboral está fuera de control, “a causa de una serie de contradicciones desde el propio Estado”.

Desde el concepto jurídico, mencionó, es importante revisar las leyes, en especial la del Trabajo, porque da la impresión que sólo es un instrumento para tener guardado. “El conjunto de derechos y deberes tiene que ser igual para todas y todos, no es aplicar la legislación para una sola parte, en muchas ocasiones se ha visto como el patrono apabulla al empleado, incluso, el mismo Gobierno también entra en esa tendencia. No puede verse como concesiones legislativas para favorecer a quien ostenta el poder, por el contrario, tienen que ser exigencias de justicia fundadas en la misma naturaleza humana, que ningún Estado puede ignorar, restringir o despreciar arbitrariamente”, afirmó.
Shiley Solarte (Abogada/Ama de casa): “La valoración del trabajo está íntimamente relacionada con la mejor comprensión de la función humanizadora del mismo”, expresó, al ser consultada sobre la importancia del 1° de mayo.

“El trabajo realizado en condiciones de dignidad permite comprender el sentido del mundo y de la propia existencia”, puntualizó luego de escuchar lo establecido en el artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Hernán López (Lcdo. Comunicador social/oficio zapatero): “En los últimos dos años, el 1° de mayo no se parece a ningún otro, es decir, nos ha tocado vivir esta fecha de una manera inusual, bajo cuarentena y restricciones voluntarias y casi obligadas para evitar el contagio y la propagación del Covid 19”.

Resaltó que hay sectores en el país y fuera de las fronteras de Venezuela, que les cuesta creer en el “espíritu de solidaridad entre los trabajadores”, en especial en estos momentos de crisis, cuando la bota norteamericana con su bloqueo económico trata de asfixiar a la Patria de Bolívar”.

Expuso que el gobierno del presidente Maduro ha tenido que enfrentar enemigos internos y externos, agregando que la masa trabajadora tiene confianza en el Mandatario. “Muchos de nosotros no tenemos los ojos vendados, porque sabemos que dentro de las filas del chavismo hay infiltrados que solamente buscan la manera de sabotear. Es necesario revisar la estructura y las leyes, porque en oportunidades los trabajadores quedan solos, sin protección jurídica. En materia salarial, el gobierno ha establecido por ejemplo el salario integral, que además de contemplar el sueldo mínimo, también ofrece el beneficio del ticket de alimentación, como una forma de paliar los gastos de la gente, pero el espiral inflacionario se convierte en el principal enemigo en estos tiempos. Hoy debemos celebrar que estamos vivos, con muchas ganas de continuar trabajando por este país”, argumentó.

Alexander Olivo (Técnico electricista): “Este país necesita un cambio estructural y completamente político, además, es primordial un plan coyuntural que garantice los puestos de trabajo y evite que se rompa la cohesión social, porque poco a poco nos estamos quedando sin nada”.

Indicó, abordando el tema de la crisis sanitaria que ha sometido al mundo entero, “pero en el caso venezolano, no se ha podido ocultar las desigualdades económicas en el país, cuya economía se desarrolla en el marco de la informalidad, en gran parte”.

Señaló que en Venezuela han querido dar la impresión desde el gobierno de Maduro de una “protección a la clase obrera”, cuyo telón de fondo real es el alza de la inflación. “El aparato productivo del país lo están destruyendo y todos lo saben. El desempleo es una realidad y todos lo saben. Es que la gente del gobierno sabe tanto, que cuando hay una figura con pantalones que les dice las verdades, lo minimizan, como ocurrió con el representante de izquierda Oscar Figuera, que cuando habló de sueldos verdaderamente justos para los trabajadores, fue mancillado, vilipendiado. Luego el Gobierno se hizo de la vista gorda y realmente pocos se han atrevido hablar del tema, por eso estamos como estamos”, aseveró.

EL TRABAJO COMO DERECHO

El artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, considerada el fundamento de las normas internacionales sobre derechos humanos, en relación con el Derecho al Trabajo, establece:

  1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
  2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por igual trabajo.
  3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana, y que será complementada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
  4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

PREMISAS
Si se tiene presente que los derechos deben ser respetados, también es importante estar consciente de cumplir con las responsabilidades asumidas desde el primer momento que se establece la relación con la empresa.

Si todas las empresas tuvieran un departamento o dependencia que sensibilice, oriente y asesore a sus trabajadores, no se darían inconvenientes como la violación de derechos a los trabajadores.

Los patrones deben velar por el bienestar de su personal, generar el equilibrio, equidad y valoración que merece cada integrante que ocupe cualquier lugar en una organización.

POSICIÓN DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO

El ministro del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo, Eduardo Piñate, ha asegurado que el proceso de transformación del país, de un sistema capitalista opresor a un sistema desde una mirada de oportunidades bajo los principios socialistas, ha permitido que la clase obrera-trabajadora siga en su lucha por sus reivindicaciones.

Sostiene que desde que el comandante Hugo Rafael Chávez Frías asumiera las riendas del país y que luego el presidente Nicolás Maduro Moros ha mantenido la misma visión, se está haciendo una Revolución, socialista, bolivariana y chavista, con dos vertientes, primero, humanista, y segundo, absolutamente definida a favor de los trabajadores y trabajadoras, de los sectores populares y del pueblo de Venezuela.

Piñate ha enfatizado que desde hace varios años se han mantenido los decretos de inamovilidad laboral para proteger al sector obrero-trabajador, en especial desde el estado de Alarma en el que se encuentra el país, debido a la cuarentena decretada por el Ejecutivo Nacional para evitar la propagación del Covid-19.

Indicó que existe un vínculo entre el gobierno y el sector obrero-trabajador, por lo que tienen permanente contacto con los trabajadores. “Tendrán nuestro apoyo ante cualquier situación irregular que atente contra la masa trabajadora”, apuntó, precisando además que “no permitirían jamás que aquí hubiesen despidos masivos”.

Los despidos masivos, dijo, están pasando en otros países, que ya suman millones de desempleados en el mundo, de acuerdo a los informes emanados de los organismos internacionales competentes.

“El Ministerio tiene presencia en todo el país a través de las Inspectorías del Trabajo, procuradurías, instancias de inspección, de supervisión, además de los organismos adscritos para defender los derechos de los trabajadores. En ocasiones hacemos despliegues especiales con procedimientos móviles. En este momento no lo estamos desarrollando por la cuarentena, a menos que sea muy puntual, sólo de manera extraordinaria, sin embargo hay mecanismos claros de comunicación, tenemos presencia y haciendo el abordaje en varias empresas e instituciones del país”, ha asegurado.

Precisó que Venezuela es el país donde más se ha incrementado el salario mínimo, así como otros respaldos, entre ellos, aumento de los tickets de alimentación, pensiones, además un bono de guerra para jubilados y el beneficio que representa el sistema de bonos solidarios a través del Carnet de la Patria.

Instó a la clase obrera y al pueblo a tener confianza en el liderazgo de la Revolución, en el presidente de la República, Nicolás Maduro, que ha enfrentado todos estos años el bloqueo económico”.

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