De tiro de escopeta mató a obrero y luego enterró su cadáver en la finca

El comisario general Douglas Rico, director nacional del Cicpc, informó a través de su cuenta personal en Instagram que los funcionarios de la Base de Acarigua, adscritos al Eje de Homicidio del estado Portuguesa, resolvieron un atroz crimen ocurrido el 16 de abril en una finca situada en la jurisdicción de Turén.

El alto funcionario detalló que los hechos ocurrieron específicamente en la agropecuaria Las Delicias, situada en la calle principal del sector Santa Cruz.


La víctima de ese hecho de sangre fue identificada como Nelson Piña, quien desde hacía dos años aproximadamente trabajaba en esa propiedad, y en el quehacer diario conoció al encargado de la agropecuaria, identificado como Frank José Ramallo Torres, de 30 años de edad.

Con el transcurrir de los meses, Piña conoció a la mujer de Ramallo y en uno de los encuentros fortuitos de la vida, entre ellos se produjo un “flechazo”.

Nelson Piña, en medio de su galantería y conquistador, enamoró a la mujer del encargado. Luego, aquella aparente relación se consumó en un acto de intimidad.

Los encuentros siguieron repitiéndose a escondidas, y como entre cielo y tierra no hay nada oculto, la información de infidelidad llegó a los oídos del encargado de la finca.

El sospechoso, en medio de un drama de celos, rabia e impotencia de que el empleado le estaba quitando su pareja, planificó un acto de cómo eliminarlo del camino.

En efecto, los hechos ocurrieron el 16 de abril, y posteriormente el homicida arrastró el cadáver del obrero hasta un sitio, en donde abrió una fosa de varios metros y lo enterró.

Como el trabajador no regresó a la casa ni mucho menos estableció contacto con sus seres queridos, éstos se inquietaron y comenzaron a preguntar en el caserío rural que si habían visto a Piña.

Incluso se dirigieron hasta la finca, y el encargado les respondía que no tenía conocimiento sobre el paradero de la persona. Se mostraba muy seguro al responder a las preguntas cuando enfrentaba a los parientes.

Como el tiempo iba pasando, los dolientes consignaron una denuncia en la Delegación Municipal de Portuguesa como persona desaparecida, e incluso ofrecieron algunas pistas.

En aras de dar una respuesta afirmativa, una comisión de homicidios practicó una serie de investigaciones de campo y además visitó en varias oportunidades la agropecuaria Las Delicias. No obstante, seguía mostrando su “carita de inocente”.

Buscando nuevas estrategias, los sabuesos redoblaron las presiones y preguntas hasta que el sospechoso se enredó en una de ellas y cayó en contradicciones.

No le quedó otra alternativa que declararse convicto y confeso, además, guió a los funcionarios hasta donde enterró a su enemigo y tuvo que reabrir la fosa, descubriéndose una macabra escena. El cadáver del hombre estaba en descomposición.

En la declaración, el individuo manifestó al equipo técnico que había matado a Piña con un arma de fuego tipo escopeta y posteriormente sepultó su cuerpo en un sitio apartado, motivado a que “el sujeto se acostaba con mi mujer”.

“Ese desgrac…me estaba quitando a la jeva”, expresó el presunto homicida, quien quedó detenido en manos del Ministerio Público.

Durante la inspección ocular en la finca, los sabuesos de la policía científica colectaron evidencias como el arma de fuego incriminada en el suceso y los diferentes materiales de construcción, todo esto utilizado como medio de comisión.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo