Cuántos tipos de amor existen y cuales son sus diferencias

El diccionario de la RAE define amor como «sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo». En definitiva, en estas tres primeras entradas de las 14 que tiene la palabra amor, todas hacen referencia a «un otro» y en ningún caso a uno mismo, si bien el amor propio tiene su propio lugar.

Tipos de amor

Según la psicología, existen seis tipos de amor: Eros, Ludus, Storge, Manía, Pragma y Ágape.

– Eros: amor romántico y pasional y tiene que ver con la intensidad de la atracción física.

– Ludus: amor lúdico que busca la aventura y la diversión y en el que la atracción física también juega un importante papel.

– Storge: amor amistoso y leal, maduro y comprometido con las relaciones duraderas. Las relaciones sexuales pasan a un segundo plano.

– Manía: amor maniático que surge de los obsesivo y de los pasional. Suele darse en personas con baja autoestima.

– Pragma: amor pragmático, realista y práctico que busca los intereses en común, los mismos gustos o la misma clase social.

– Ágape: amor desinteresado que se basa en el bienestar del otro. No hay celos ni se busca la reciprocidad. Es una combinación de amor romántico con el amistoso y el leal.

Lo habitual es que las relaciones amorosas experimenten diferentes tipos de amor en su evolución y que las personas pueden vivir uno o varios tipos de amor a lo largo de su vida en una relación o en varias.

En el amor son muchas las regiones cerebrales que se activan, especialmente las relacionadas con la recompensa y la motivación. Al estar ante la persona amada o la pensar en ella se activan el hipocampo, el hipotálamo y el córtex del cíngulo anterior de modo que se reduce la ansiedad y el comportamiento a la vez que se incrementa la confianza en la pareja. Por otro lado, también hay áreas que se desactivan y son aquellas responsables de las emociones negativas o de los juicios hacia el otro: la amígdala y el córtex frontal.

En la actualidad existe un profundo debate respecto al amor romántico y a como se ha transmitido a través del arte manteniendo los roles masculino y femenino de protección y sumisión respectivamente y abundando en los estereotipos de género. Algunos mitos de ese amor romántico son:

Mitos falsos del amor romántico

  • Quien bien te quiere te hará llorar
  • Las medias naranjas
  • Todo se perdona por amor
  • Ser una única persona
  • Felicidad solo en pareja
  • Los polos opuestos se atraen
  • El amor lo puede con todo

Frente al amor eterno, platónico, roto, desesperado, puro o incondicional de las canciones y de los poemas, hay quien se muestra mucho más escéptico manteniendo el corazón como órgano que bombea sangre y el amor como un cóctel de hormonas destinado al mantenimiento de la especie. La realidad es que la concentración de oxitocina y vasopresina, las hormonas más ligadas al amor, aumentan durante las fases intensas del amor romántico y actúan sobre numerosos sistemas del cerebro estimulando la liberación de dopamina por el hipotálamo y segregando felicidad.