Cicpc detuvo a exnovio y un sujeto por muerte de joven en Mauro Salazar

Por la muerte de Criswelis Alejandra León Ibarra, de 20 años de edad y domiciliada en la urbanización Las Palmas en la Intercomunal Turmero Maracay, funcionarios de la Base de Homicidios de San Pablo, aprehendieron a dos personas que guardan relación con los hechos ocurridos el viernes 9 de abril de este año.

muerte de
Criswelis Alejandra León Ibarra, muerta de una puñalada en el cuello

Se trata del novio de la muchacha, un adolescente de 17 años de edad y un sujeto, ya mayor de edad, según la información trascendida de manera extraoficial a los medios de comunicación social de la región aragüeña.
El móvil del crimen está relacionado con el robo de un teléfono propiedad de la víctima.

Según el relato de esa historia criminal, León Ibarra, quien presentaba problemas esquizofrénicos, antes de salir de su residencia, se mostraba inquieta y nerviosa.

Caminaba de un sitio a otro, y después manifestó a sus seres queridos que saldría a reencontrarse con el exnovio, con quien resolvería un asunto pendiente.

Presuntamente quedaron verse en un sitio desconocido para los familiares. Sin embargo, esa noche del viernes, la joven no regresó a su domicilio, y su cadáver fue encontrado al día siguiente por un trabajador de una ruta de transporte, cerca de la canal de aguas negras del sector Mauro Salazar, diagonal a la estación de servicios La Julia.

La muchacha no tenía documentos de identidad y es identificada un día después, exactamente el domingo, cuando se presentaron los padres al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses en Caña de Azúcar.

Rindieron declaraciones en la Base de Homicidios, y los sabuesos se montaron en una investigación, en donde encontraron elementos fundamentales.

La noche del viernes 9 de abril, los sujetos asesinaron a Criswelis tras causarle una herida con un arma blanca a nivel del cuello y a eso de las 9:30 PM, los sospechosos ya estaban vendiendo el celular de la víctima.

Durante las averiguaciones, los funcionarios llegaron al paradero de la persona mayor de edad y en el interrogatorio, acusó al menor de venderle el celular.

Horas más tarde dieron con el paradero del adolescente. En las declaraciones se contradijo y acusó al sujeto, quien tenía el teléfono. En la inspección ocular de la vivienda del individuo, los sabuesos encontraron el cuchillo incriminado. Estaba impregnado de una mancha rojiza.

El móvil se debió al robo del teléfono y ahora los implicados deben rendir cuentas ante la justicia. Permanecen privados de libertad en un recinto penitenciario a la espera de una audiencia preliminar y posteriormente pase a juicio oral y público.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo