Los conductores que hace vida en los municipios Sucre, Mariño y Zamora pasan largas horas en cola para echar gasolina subsidiada a sus vehículos y rendir el presupuesto.
Con un día de anticipación comienzan los chóferes a ubicarse estratégicamente en las colas con el fin de buscar un buen puesto que les permita avanzar rápidamente para surtirse de combustible a bajo costo, lo que implicaría trabajar por lo menos dos días a la semana.
Desde el centro de Turmero, pasando por La Encrucijada, Cagua y hasta Villa de Cura, se pudieron observar grandes colas de carros, cuyos conductores tenían días sin dormir, a la espera del combustible.
Conversando con alguno de ellos, indicaron que la situación con respecto al combustible subsidiado no ha cambiado. “Las colas son interminables y muchas veces vienen personas de otros municipios con la misma esperanza que los lugareños de llenar su tanque pagando lo justo y lo necesario”, comentó Pablo Ramírez.
José Gregorio Núñez añadió: “La situación con la gasolina subsidia no ha cambiado ya que con el sueldo de los venezolanos, de un millón 200 mil bolívares, es imposible que podamos echar gasolina, comprar la comida y pagar los gastos. Yo llegué a las 12 de la noche a la cola y tenía como 100 carros por delante y aún no llega la gandola, pero yo trabajo con mi carro y debo esperar para gastar menos de lo que gastaría a precio internacional”.
María de Los Ángeles Cabello comentó: “La vida del pobre es así, cola para todo, soy educadora y lo que gano no me alcanza para nada y por eso debo hacer cola para echar gasolina, pues a precio internacional sería un dineral, pues mi carro carga 40 litros”.
Igualmente Rafael Quero agregó: “La situación del país está bastante crítica, es imposible echar gasolina a precio internacional y dejar de comer. Seguiremos en cola hasta que el gobierno decida qué va a hacer para acabar con el problema de la gasolina”.
IRIOS MÉNDEZ | elsiglo
Fotos | JOEL ZAPATA
