El Banco Mundial (BM) afirmó este viernes que las economías de la región de Oriente Medio y Norte de África se han contraído un 3,8 % en 2020; un 1,3 % por encima de sus previsiones de octubre, con un sustancial endeudamiento y una recuperación en 2021; que dependerá de la transparencia de los Gobiernos y la distribución de las vacunas anticovid.
En una actualización del informe «Vivir con la deuda: cómo las instituciones pueden trazar el camino hacia la recuperación en Oriente Medio y Norte de África»; se señala que la pandemia de la covid-19 ha dejado un «sustancial endeudamiento».
Lo que provoca en la región «un aumento de la pobreza, un deterioro de las finanzas públicas, un aumento de las vulnerabilidades de la deuda y una mayor erosión de la confianza en los Gobiernos».
La entidad consideró en su informe que las economías de la región «se han contraído un 3,8 % en 2020, un 1,3 % por encima de las previsiones del Banco Mundial en octubre de 2020».
CRECIMIENTO REGIONAL
Además, la estimación de crecimiento regional es 6,4 puntos más baja que el crecimiento pronosticado antes de la pandemia, en octubre de 2019, según el texto del BM.
«El coste acumulado estimado de la pandemia, en términos de pérdidas del producto interior bruto (PIB) para finales de 2021, ascenderá a los 227 mil millones de dólares», indicó la entidad, que añadió que se espera que las economías «se recuperen solo parcialmente en 2021, en un 2,2 %», aunque esa recuperación dependerá de «un despliegue equitativo de las vacunas» anticovid.
Asimismo, apuntó que la deuda pública en los países de la región aumentará 8 puntos, desde un 46 % del PIB en 2019 a un 54 % en 2021.
“Podemos ver la luz al final del túnel, especialmente con el despliegue de vacunas, pero la región sigue en crisis. Instituciones sólidas son cruciales para absorber esta crisis, lanzar economías y reconstruirlas con más fuerza y resiliencia en los años venideros», afirmó en el informe el vicegobernador del Banco Mundial para Oriente Medio y Norte de África, Ferid Belhaj.
Por otro lado, Roberta Gatti, economista jefe del Banco Mundial, indicó que la transparencia es el elemento que va a jugar «un papel importante» en esta recuperación «duradera» en la región.