Aumentan los desplazados por el ataque yihadista en Mozambique

Más de 8.000 personas se han visto desplazados por el ataque yihadista iniciado el pasado día 24 en la ciudad costera de Palma, en el norte de Mozambique.

Informó hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).



“A 31 de marzo de 2021, a las 17:00 (15:00 GMT), se había registrado un número estimado de 8.166 desplazados internos que llegaban a pie, autobús, barco y aire desde Palma a cuatro distritos”;

De la provincia de Cabo Delgado, donde está la urbe atacada, indicó la OIM en su último informe.

“Dos barcos con un número estimado de 1.112 desplazados internos llegarán al puerto de Pemba (uno de los distritos), pero aún no han desembarcado debido al procedimiento de inspección de las autoridades”; añadió la organización.

Entre los más de 8.000 desplazados, el 47 % son niños y el 30 % mujeres, según los datos recopilados por la OIM.

OFICINA DE NACIONES UNIDAS



Igualmente, “miles” se han concentrado cerca de la península de Afungi, situada a pocos kilómetros de la ciudad y donde cientos de personas se refugiaron en las instalaciones de la petrolera francesa.

Total, indicó hoy en un comunicado la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

“Desde que comenzaron los violentos ataques (…), cientos de personas han llegado a Afungi en busca de seguridad, la mayoría después de huir a pie y esconderse en el bosque durante días”,

Explicó Médicos Sin Fronteras (MSF) en un comunicado publicado ayer.

“Escuchamos repetidamente que todo lo que quieren es irse. Están aterrorizados. La mayoría está en estado de shock, deshidratada y hambrienta”, añadió.

Vídeos compartidos en redes sociales por residentes locales muestran cuerpos decapitados, desmembrados y con múltiples cortes profundos en todo el cuerpo.

Así como brazos, cabezas y torsos esparcidos por el suelo.

Según OCHA, cientos de personas todavía intentan salir de Palma, miles se dirigen a pie, en barco o por carretera hacia destinos más seguros .

“Hay informes no verificados de miles de personas escondidas en el bosque que rodea Palma, sin acceso a comida ni agua”.

En este sentido, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)

“Ha recibido información no confirmada de que un número indeterminado de mozambiqueños puede haber cruzado a Tanzania a través de puntos de entrada informales”; añadió OCHA en el comunicado.

Está situación de seguridad en Palma sigue siendo “volátil”, pero las informaciones son difíciles de verificar debido a que las telecomunicaciones.

No funcionan en la localidad, que sigue controlada por los atacantes, según las últimas declaraciones, este martes, del Ejército de Mozambique.

Este ataque es el más grave ocurrido recientemente en Cabo Delgado desde el inicio en 2017 de la insurgencia del grupo yihadista.

Al Shabab esta provincia, que ha desplazado ya a cerca de 700.000 personas de sus hogares y ha causado miles de muertos.

Pese a ser homónimo del grupo yihadista Somalí, Al Shabab en Mozambique no está vinculado a la organización terrorista somalí leal a la red Al Qaeda, sino al Estado Islámico (EI).

Ayer, el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, en sus primeras declaraciones sobre el ataque minimizó lo ocurrido señalando.

“No fue el más grande de los muchos que tuvimos, pero tiene el impacto de haber ocurrido en una zona, en la periferia de los proyectos (gasísticos) en marcha en esa provincia”.

Según la ONU, más de 110.000 ciudadanos vivían en el distrito de Palma, del que es capital la urbe homónima, incluidos más de 67.000 residentes y 43.600 personas.

Que buscaron refugio en la ciudad tras ser desplazadas de otras partes de Cabo Delgado por la violencia.

Palma es una urbe próxima a proyectos millonarios gasísticos, uno de los principales en manos de Total, que decidió suspender las operaciones que planeaba reanudar esta semana en la zona.

La crisis humanitaria en Mozambique va en aumento mientras los yihadistas queman pueblos enteros, decapitan a personas.

Incluidos menores, entre otros crímenes.

Según advirtió la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) el pasado 22 de marzo.

EFE