El lema es sacar lo positivo de la crisis

En el eje Este del estado Aragua, pese al panorama que se vive por la pandemia del Covid-19, los ciudadanos se han caracterizado por reinventarse, no sólo a nivel social, religioso y cultural, sino también económico, creando negocios que le den salida a las diferentes situaciones que se han registrado a consecuencia del confinamiento, poniendo en el tapete y en boga de todos, el término “emprendimiento”.

Y es que, según muchos de estos ciudadanos, la inestabilidad laboral, la escasez de ingresos, problemas de salud en algunos casos y el crecimiento de necesidades durante la cuarentena, han sido ingredientes perfectos para el consomé de cultivo, donde se ha desarrollado el emprendimiento.

En este sentido, desde iniciativas pequeñas con poco presupuesto, hasta proyectos estructurados con capital inicial, se han puesto en manifiesto de manera creciente, en lo que va del último año, eso sí, tomando todas las medidas pertinentes de bioseguridad, tanto para protegerse ellos, como a sus clientes potenciales.

Si algo dejan en claro las experiencias de emprendimiento surgidos en cuarentena, es que aquellos relacionados con la gastronomía adquieren un rol protagónico, no sólo en esta parte de la entidad aragüeña, sino en toda Venezuela, ya que para nadie es un secreto, que el venezolano se caracteriza por el buen sentido del paladar, lo versátil y hasta conocedor que pueda ser, de cada uno de los platillos, tanto de su terruño, como de todo el mundo.

DULCE EMPRENDIMIENTO
Uno de estos casos es el negocio iniciado por Andrea Amador, docente, con más de once años de servicio, que empezó a preparar y vender tortas y pasapalos dulces y salados, bajo la marca que bautizó como: “Deliciosatentacionk”, en la búsqueda de mayores ingresos para costear tanto su nivel de vida familiar, esto luego de retirarse del sistema educativo.

“Mi proyecto nació luego de varios tropiezos para poder salir adelante, dejé la rama de la educación ante algunas dificultades, sin embargo resolví vender productos importados, los cuales yo misma buscaba en Colombia, pero todo se vio entorpecido por el llamado a cuarentena; de ahí en adelante caí en una especie de depresión al no saber cómo solucionar y sobreponerme, tomando en cuenta todo lo que acarreaba la pandemia. Fue allí cuando mis familiares me incitaron a hacer comida salada inicialmente, no me fue muy bien con las primeras ventas, pero me siguieron apoyando, hasta que me comencé a posicionar y ya no sólo me pedían los pastelitos en este caso, sino postres y luego tortas. Gracias a Dios todo ha funcionado para bien”, mencionó Amador.

Del mismo modo, la docente y ahora cocinera, quien asegura que no ha hecho hasta el momento ningún curso de cocina, aseveró que sortear los obstáculos que supone la cuarentena no resulta imposible. A pesar de que las restricciones dificultan actividades como comprar insumos y distribuir el producto a los clientes, no han dejado de producir. Las órdenes son llevadas en los casos que ameritan hasta sus hogares y entre tanto, los ingredientes necesarios para la elaboración de las tortas los han conseguido ahí mismo en la ciudad de La Victoria.

“De verdad vamos a conseguir muchos obstáculos, pero siempre hay que buscarle el lado positivo. No ha sido fácil, pero dentro de todo lo oscuro y lo negativo que quizás nos haya traído esta situación que está atravesando el mundo, pues hemos sacado también cosas muy positivas y hemos redescubierto de lo que somos capaces. No nacemos para hacer una sola cosa en nuestra vida, sino que tenemos mucho talento y podemos lograr explotarlos y por consiguiente aportar no sólo a nuestro crecimiento personal, sino también a la comunidad en este caso”, mencionó.

Andrea sostiene que aunque previamente tenían la idea de producir más dinero, el emprendimiento no habría iniciado de no haber sido por la cuarentena, por lo que pretende mantenerlo una vez que acaben las restricciones de movilidad y las medidas de confinamiento.

PERIODISTA EN LA COCINA
Siguiendo con las historias de estos luchadores, nos topamos con la joven Ana Lugo, quien pausó en el 9 semestre de la carrera Comunicación Social, con el firme propósito de ayudar a su familia a sobreponerse, tras un duro golpe a nivel de salud, fundando su pequeño negocio “Cheveretentaciónlv”, un emprendimiento que complace a sus clientes con la creación de los tradicionales churros.

“Chévere Tentación surge de un reto familiar el 28 de noviembre del 2020, mi mamá es paciente de cáncer de mama, fue sometida a una operación y esto nos llevó a cambiar de una u otra forma nuestros planes, yo cursaba 9 semestre de Comunicación Social y eso pausó un poco, lo que era la meta, convirtiéndose en ayudarla es mi mayor propósito, de forma de que su tratamiento y todo lo que conlleva su tranquilidad sea efectivo. No es para nada cómodo, es forzosa la situación, ya que la pandemia nos reta a modificar de muchas maneras el estilo de vida que llevábamos”, expuso Lugo.

Asimismo, con lágrimas en los ojos Ana dio fe, de que si se puede girar la percepción de las situaciones que nos ocurren, no sólo a nivel de las consecuencias del confinamiento, sino en la vida en general.

“El panorama que vivimos actualmente, nos invita a cada uno de nosotros, digamos, a explorar y a ver internamente nuestras actitudes y aptitudes, para sobreponernos, en mi caso no sabía hacer churros, pero las herramientas tecnológicas y sobre todo el apoyo, respaldo y guía de esa personita llamada mamá es la que nos ayuda, la que nos impulsa, la que nos lleva a conocer la verdadera realidad, ver a mi mamá en una cama no fue fácil, pero aquí estoy dando lo mejor de mí, para ella, para mi familia y también para la comunidad que sigue mi trabajo, el cual, poco a poco ha ido posicionándose”.

Esta estudiante culminó invitando a todos los ciudadanos a ser creativos, a examinarse, en medio del encierro buscar formas para explotar no sólo los conocimientos que ya tienes, sino muchos otros que están presente pero que simplemente necesitan ser descubiertos y puestos en marcha. “A mí me tocó un lado duro, pero me enseñó que si puedo hacer muchas más cosas de las que ni imaginaba”.

REGRESO AL HOGAR

Por otra parte, Karla La Rocca y su esposo Ricardo Oropeza, oriundos de la parte norte de la ciudad de La Victoria, relataron la historia detrás de “Kar&RicBurguers”, la cual se remonta a todos los desdenes que pasaron fuera del país y que los hizo crear esta, que más que una fuente de ingreso es su ancla para mantener, tanto a su familia, como su estadía en Venezuela.

“Nuestro emprendimiento nació cuando estábamos en Colombia, trabajando arduamente, vendiendo cosas para sustentar a nuestros hijos, pero en vista de la situación que cada vez se nos hacía peor, donde no podíamos ni llevarnos a nuestros pequeños, decidimos regresarnos dejando todo atrás, nuestras metas y centrándonos en luchar pero en nuestro país, en compañía de nuestros afectos. De ahí en adelante, con lo poco que teníamos decidimos montar un puesto de comida rápida, se sabe que hay muchos, pero lo quisimos hacer para marcar la diferencia, donde la sazón fuese familiar y que nos diera además de unión, ingresos”, puntualizó Karla.

Igualmente, con la voz partida comentó que fue un poco difícil cuando inició la pandemia por todo lo que conllevaba, donde ya no sólo no podían abrir las puertas de su casa, sino que debían mantenerse en confinamiento.

“Fue realmente difícil, fue el encierro, el poder adquisitivo de las personas que comenzó a disminuir, pero ahí fue cuando nos reinventamos y en cooperación con todas las familias, nuestros clientes, decidimos unirnos a la onda de los deliverys, entonces el aporte que conseguimos para todos fue hacerlos gratuitos, porque conocemos lo que es pasar penurias y nos sensibilizamos, es decir, tomamos lo mejor de lo peor”, dijo La Rocca, a la vez que agregó que pese a que se han posicionado, siguen de la mano con las personas y es por eso que desde su trinchera tratan de cooperar haciendo labores sociales tomando en cuenta, quien realmente lo necesite.

“Estamos trabajando más que por nosotros como familia, por tener sustento, por nuestra comunidad, es una labor que aunque no lo crean es desinteresada, que lo hacemos de corazón, venimos de pasarla realmente mal y este es un momento crucial para demostrar nuestros valores de hermandad y ayuda. Emprender no es nada fácil, pero no hay que dejarse intimidar. Hay que querer de donde somos y lo que somos, es por eso que digo siempre mi lema: El que diga que en Venezuela no se puede salir adelante, es porque no está acostumbrado a trabajar duro y piensa que en otro lugar va a lograr lo que desea con menos de lo que puede dar aquí”.

En resumidas cuentas, son muchos los casos fascinantes de emprendedores en el eje Este del estado Aragua, quienes dejaron a un lado sus tareas y profesiones para sacar adelante a su familia, sin importar el inconveniente por el que estén atravesando. Todos ellos estuvieron de acuerdo en opinar, que no hay obstáculos cuando se quiere salir adelante y además que siguen creyendo en el país que los vio nacer.

DANIEL MELLADO | elsiglo