Compromiso social y amor al cine, las películas de Bertrand Tavernier

Creador ecléctico y apasionado, loco del cine, Bertrand Tavernier (1941-2021) deja un legado de una treintena de películas de géneros diversos que recorren la historia de Francia y en la que el compromiso social y la crítica al poder afloran como temas recurrentes.

Foto: Referencial

Estas son algunas de las más destacas.

“EL RELOJERO DE SAINT PAUL” (1974)

Para su debut en el cine un Tavernier de 29 años eligió una novela de George Simenon y trasladó la acción de Estados Unidos a su Lyon natal. El libro ‘El relojero de Everton’ se convirtió así en ‘El relojero de Saint Paul’.

La historia, protagonizada por Philippe Noiret, a quien dedicó su León de Oro honorífico del Festival de Venecia en 2015 por haber confiado en él cuando era un desconocido, combina la trama policíaca con la denuncia política. Ganó un Oso de plata en la Berlinale y Noiret se convirtió en su actor de cabecera.

“QUE EMPIECE LA FIESTA” (1975)

En su siguiente película cambió totalmente de tercio para filmar un drama de época -con los mismos actores que en su debut, Noiret y Jean Rochefort- ambientado en la corte francesa del siglo XVIII. Ganó cuatro premios César del cine francés.

Tavernier reflexiona sobre el poder a través de una historia que se desarrolla tras la muerte de Luis XIV, durante el periodo de regencia de Felipe de Orleans. Su mano derecha, el abad Dubois, tan libertino y ateo como el propio regente, trata de sacar partido a la llamada rebelión de Pontallec promovida desde la Bretaña francesa.

“EL JUEZ Y EL ASESINO” (1976)

Thriller rural de asesinos en serie perseguidos por la ley con el que Tavernier se llevó tres premios César (guion, actor y música).

Ambientada en la Francia de 1893, se basa en la historia real de Joseph Bouvier (Michel Galabru), ingresado en un psiquiátrico a raíz de un intento de asesinato de su novia y de suicidio. Al salir se dedica a violar y a matar a una docena de adolescentes durante cinco años, hasta que el caso es adjudicado al juez Rousseau (Noiret).

“CORRUPCIÓN (1280 ALMAS)” (1981)

Sátira de la Francia colonial, protagonizada por Noiret e Isabelle Huppert, adapta la novela “1280 almas” de Jim Thompson, que combina con otras influencias literarias como Ferdinand Celine (“Viaje al final de la noche”) o André Gide (“Viaje al Congo”).

Rodada en Senegal y ambientada en el África Occidental francés de 1938, la trama gira en torno a Lucien Cordier, un policía devenido en justiciero divino.

“UN DOMINGO EN EL CAMPO” (1984)

Una de sus películas más galardonadas, Tavernier obtuvo entre otros el premio a mejor director en el Festival de Cannes con esta emotiva reflexión sobre la vida y el arte.

La historia se desarrolla en la campiña francesa unos años antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Es verano, un variopinto viudo encuentra su mayor placer cada domingo cuando acuden a visitarle sus familiares y alteran su tranquila y solitaria vida.

“ALREDEDOR DE MEDIANOCHE” (1986)

Su declaración de amor al jazz, contó con el saxofonista estadounidense Dexter Gordon como protagonista, un músico que en el ocaso de su vida y hundido por el alcohol conoce a un joven enamorado del jazz (François Cluzet) empeñado en ayudarle.

La historia tiene lugar en el París de 1959 y se inspira en las vidas reales de Bud Powell y Lester Young.

“LA VIDA Y NADA MÁS” (1989)

Tavernier aborda los efectos de la guerra más allá de lo evidente a través de la historia de un comandante del ejército francés que trabaja en la sección encargada de la búsqueda e identificación de desaparecidos en la Gran Guerra.

Ganó el BAFTA a la mejor película de habla no inglesa, entre otros premios.

“LA CARNAZA” (1995)

Considerada una obra maestra del género criminal y ganadora del Oso de Oro en la Berlinale, la crítica destacó la naturalidad y objetividad con que el director narra una historia terrible, basada en hechos reales.

Tres jóvenes parisinos que sueñan con montar un negocio en Estados Unidos, necesitan reunir una importante cantidad de dinero para ponerlo en marcha y se les ocurre para ello matar a sangre fría a dos hombres ricos amigos de uno de ellos.

“HOY EMPIEZA TODO” (1999)

Volvió a mostrar su compromiso social y su manera de entender el cine como resistencia con esta historia que sentó precedentes en el cine francés sobre un maestro de escuela infantil de un barrio marginal de un pueblo minero del norte de Francia, en el que el 30% de la población está en paro.

Tavernier la presentó personalmente en España en el Festival de San Sebastián de aquel año, que le rindió homenaje en una edición en la que también fue presidente del jurado.

“LAS PELÍCULAS DE MI VIDA” (2016)

Su testamento cinematográfico es un documental en el que rinde homenaje al cine francés que le marcó, películas de compatriotas como Jacques Becker, Jean Renoir o Claude Sautet, entre otros.

A partir de su primer recuerdo cinematográfico –“Dernier atout” (1942) de Becker- hilvana directores y títulos ceñidos a su periodo formativo, antes de dirigir su primera película.

EFE