“No hay que deprimirse”

Para Elsa Castillo, el mes de septiembre de 2020 representó un reto de vida, que junto a familiares y amigos tuvo que superar.


“A finales del mes de septiembre comencé con unos dolores de espalda que no me dejaban dormir,yo pensé que el colchón estaba vencido. Me cambié de habitación y de cama y los dolores persistían. Visité un traumatólogo que me mandó un tratamiento que me alivió momentáneamente”, relató Castillo.

Luego me comenzó a dar fiebre, no le di mucha importancia – siguió relatando -, hasta que comencé a tener problemas para respirar y fue entonces cuando mis hijos me dijeron ‘hay que descartar que tengas el virus’. Fui al médico, me hicieron la prueba y el resultado dio positivo.

SIEMPRE MUY OPTIMISTA

Continuando con su relato, Elsa aseguró que no sintió ningún tipo de nervios al hacerse la prueba, “ni mucho menos cuando me dijeron que di positivo”.

“Toda mi vida he sido una mujer emprendedora, luchadora, pero sobre todo muy positiva. Enseguida que supe los resultados me hice una placa de tórax y fui al neumonólogo para que me revisara. Pero en ese ínterin mi yerno también fue diagnosticado con Covid, entonces fuimos dos los infectados, que debíamos guardar la cuarentena”.

La paciente comentó que el apoyo de toda su familia, en especial de su hija, fue fundamental. “Mi hija me cocinaba, me ayudaba con el aseo personal, fue muy difícil enfrentar el encierro, esa habitación la caminé de arriba hacia abajo, veía televisor, escuchaba la radio, era un descanso obligado que me tocó para poder recuperar mi salud”.

“Para superar esas ansias de salir del cuarto, tuve que respirar varias veces profundo y decir: Elsa es por tu bien y así fue como poco a poco empecé a superar mi intranquilidad de verme encerrada en el cuarto. Lo más crítico fue el no poder respirar, de hecho los resultados de la placa de tórax de mi yerno y la mía arrojaron que teníamos un problema en los pulmones, por lo que la situación era más delicada, por lo que cumplimos con el tratamiento al pie de la letra”.

ENFRENTANDO LAS SECUELAS

“Después de 15 días fui y me repitieron la prueba y salieron negativas, en ese momento le di gracias infinitas a Dios por hacerme una mujer fuerte, capaz de soportar esta prueba tan difícil. Todas las personas que se contagien deben tener fortaleza para someterse al tratamiento, para cumplir con el confinamiento y superar la enfermedad, no hay que deprimirse. Fe y confianza”, exclamó.

Para finalizar, Elsa castillo dijo: “Después que pasé la enfermedad, se me agudizaron los problemas de la tensión y la diabetes, se me descontroló por completo, por lo que tuve que ir al médico y someterme a un tratamiento estricto. Además aún me duelen las articulaciones. Son algunas de las secuelas que dejó en mi cuerpo el Covid-19, pero gracias a Dios estoy viva”, recalcó, reflejando en su mirada un brillo de victoria sobre la oscuridad.

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