“Esta es una enfermedad de mucha soledad”

REINALDO CAMPINS, PERIODISTA

La pandemia ha representado un enorme reto para los periodistas, quienes han enfrentado la letalidad del virus, en busca de una de las grandes noticias de todos los tiempos, la pandemia del Covid-19. Muchos lamentablemente sucumbieron en esta batalla, otros, lograron sobrevivir para contar su propia noticia.


Este es el caso del periodista maracayero Reinaldo Campins, quien de entrada describió a la Covid-19 como la “enfermedad de soledad”, ya que durante 14 días que estuvo aislado en una clínica, donde sólo veía ojos, debido a que médicos y enfermeras estaban protegidos por herméticos trajes de bioseguridad.

Campins nos abrió las puertas de su casa para esta entrevista, y antes de entrar se escuchó una voz muy dulce preguntando que si llevábamos el tapabocas puesto, era la señora Miriam (su mamá) porque ahora son más cautelosos.

“Rey” es muy querido en el gremio, por su gran personalidad y múltiples talentos, y con todos tiene una anécdota pues ya son 21 años ejerciendo la profesión.

EL VIRUS FUE SU NOTICIA

El peligro acecha a los periodistas buscando la noticia, pero a Campins el virus llegó a su casa, acompañado de dos amigas de la familia.

Una vez contagiado él y su abuela (que lo crió desde los 4 años), comienza la lucha para sobrevivir. El impacto fue en la personalidad ya que es una persona muy inquieta, y al verse encerrado entre cuatro paredes entraba en crisis existencial, sin embargo, siempre se aferró a su fe en Dios, y a la zafarse, junto a su mamá, de los brazos de la muerte.

Nos cuenta que el 16 de marzo de 2020, cuando el Presidente Nicolás Maduro decretaba la cuarentena en todo el país, la incertidumbre fue total, pues estaba acostumbrado a patear calle, como se dice en el argot periodístico cuando se sale a cubrir noticias. Tuvo que ingeniárselas para poder continuar con su trabajo, pero esta vez, la trinchera era su casa, con el teletrabajo.

“Ese momento para mi fue difícil, porque para un periodista no hay nada mejor que estar en la calle, por eso cuando comenzó la flexibilización todo fue mejor para mi, porque buscar la noticia es lo importante y sobre todo en este momento”, dijo.

Dentro de la amena conversación, el periodista señaló que para él era y sigue siendo una prioridad apoyar y ser el canal para que los trabajadores de la salud expresen sus inquietudes y denuncien, por eso, pese a que fue un paciente de Covid-19, nunca le pasó por la mente “colgar los guantes”. Por el contrario, cuando estuvo hospitalizado cada vez que podía usaba sus redes sociales para mantener informados a todos, no sólo de su satisfactoria evolución, sino del acontecer noticioso de Aragua.

“LA MONEDA SE VOLTEÓ”

A finales de agosto, luego de estar trabajando varios meses cubriendo la pandemia, “la moneda se volteó”. A los tres días de haber recibido en casa a unas amigas comenzaron los síntomas, les dieron los resultados de la PCR con el terrible “positivo” y el 3 de septiembre fue hospitalizado por las dificultades respiratorios que presentaba.
“Para mí, lo más difícil fue saber que mi mamá también estaba contagiada porque tiene 85 años y eso para mi fue fatal, y comenzar a cumplir el aislamiento en la clínica lejos de ella por 14 días”, cuenta.

En ese momento, cuando lo van a trasladar al centro asistencial, Campins se acuerda que sólo agarró dos monos y otras pocas cosas, “yo creía que iba a poder salir a buscar las otras cosas después, lo que sí no se me olvidó fue llevarme mis celulares, que es con lo que trabajo y los cargadores”, aparatos que lo ayudaron y fueron parte de él durante los días de aislamiento.

Una vez internado es cuando se da cuenta que esta es una enfermedad de mucha soledad, porque apenas veía a los médicos y enfermeras cuando pasaban consulta o le iban a suministrar el tratamiento, del resto era él, sus celulares y el televisor que estaba en la habitación, transformado en su compañero en esta batalla contra lo desconocido.

“En esta oportunidad puedo decir que el teléfono se convirtió en mi gran amigo, por ahí me mantenía comunicado con todos y además por medio de él pude seguir trabajando aunque habían momentos que de solo escribir en el celular me cansaba, pero eso me hacía sentir dentro de mi ámbito”, contó.

En su relato, nos comentó que además del aislamiento y la soledad, lo que más le pegó es estar separado de su mamá, ella se encontraba recluida en el piso 6 y él en el 5, sólo se comunicaban por medio del teléfono.

“ME ENTREGUÉ A DIOS”

A Campins lo ayudó su fe, “siempre me he caracterizado por ser muy positivo, pero al estar internado me entregué a Dios”. Aprovechó la oportunidad para agradecer no sólo a sus familiares y amigos, sino a sus compañeros, al Colegio Nacional de Periodistas, el Sindicato de la Prensa, que se activaron para buscar el medicamento que necesitaba en ese momento, que incluso fue donado por el Gobernador de Aragua, Rodolfo Marco Torres.

Cada cierto tiempo, y cuando su energía se lo permitía, hacia publicaciones de Instagram para tener mayor contacto con el “mundo exterior”, porque diariamente recibía mínimo 200 mensajes.

“Ahora valoro respirar”, expresó, en una frase que resume su estado de vida actual. Le dieron alta médica justo el día de su cumpleaños y el mejor regalo fue volver a vivir. Ya saliendo de la clínica, no pudo evitar sentir el impacto de la libertad recobrada; “yo veía la sede de la Alcaldía de Girardot y salí `corriendo´ porque no podía creer que ya estaba afuera de todo esto”.

“HAY QUE CUIDARSE”

En estos momentos que valora más los detalles de la vida, Campins hace un llamado a todos para que se cuiden, “aunque sea difícil hay que mantenernos en casa y si vamos a recibir a alguien que sea un círculo muy selecto”.

“El miedo a esta enfermedad comienza cuando nos damos cuenta que en nuestro círculo familiar o de amistad comienza a morir gente, por eso siempre me encomiendo a Dios”, agregó en su relato, sentimental y reflexivo.

Ahora es más precavido, en su casa no entra nadie sin tapabocas y sin lavarse bien las manos, para así evitar una recaída en este terrible virus que ha cobrado millones de vidas en todo el mundo.

“Hay que cuidarse y activar una serie de protocolos, sobre todo en este momento porque al principio nos agarró fuera de base”, lamentó.

Reitero el llamado a la prevención y que tengan mucho cuidado, “porque en estos momentos es peligroso recibir visitas, además que el aseo y lavado de las manos debe ser perenne, para cuidar a nuestra familia y que no se contagien por imprudencia, por eso la decisión es propia. Llegará el momento que nos podamos volver a abrazar”.

KARLA TRIMARCHI | elsiglo