“El Covid es verdad, luché para vivir”

“El último día del novenario de mi mamá, comencé a sentir síntomas, que se reflejaban en malestar y cansancio. Pensé, que todo lo que sentía era por el desgaste de esos días y por el dolor ante la pérdida de un gran ser querido. No fue así. Ya a los dos días, tenía fiebre, tos y mucho agotamiento, no tenía ganas de hacer nada”, explicó Tamara Alvarado, afectada por el Covid.


Tamara Alvarado

– Diecisiete días pasé en cama, sin fuerza para levantarme, estuve muy mal – señaló. “Llegué a un estado que ahora es que mis familiares más cercanos me cuentan, porque no recuerdo muchas cosas de lo sucedido”.

Alvarado, en medio de la reflexión por las circunstancias que vivió, considerando que se mantuvo dentro de una esfera totalmente dormida o como si estuviera en una neblina confusa, expuso que no se imagina dónde se contagió, argumentando que como ama de casa ella se moviliza constantemente al Mercado Libre de Maracay, así como a establecimientos comerciales del sector 23 de Enero en búsqueda de alimentos.

“No tengo idea dónde pude contagiarme, pese a mi compromiso de protección con las medidas de utilizar el tapabocas y lavarme las manos. Por esos días ocurrió lo de mi mamá que murió por causas naturales, pero no creo que haya sido en el funeral y los rezos, porque todo fue muy rápido”, indicó. Tamara no fue a un centro de asistencia de salud en Maracay, por lo que su caso y así lo puntualiza “seguramente no entra en las cifras oficiales del país”.

“Me dicen mis primas Elizabeth y Elsita, que nunca me desampararon, arriesgando incluso sus propias vidas, reportaron mi situación clínica hasta por el Carnet de la Patria, pero nunca llegaron los equipos sanitarios a la casa. Como enferma por Covid (no puedo afirmar de mi positivo con el virus porque no soy médico) tengo que decir, que gracias a una profesional de la medicina, al servicio de las Fuerzas Armadas Nacionales se me atendió; ella había perdido a su mamá unos días antes por esta enfermedad y sabía que los síntomas que yo presentaba eran iguales a los de su mamá. Fue ella quien se la jugó por mí y siempre estaré agradecida; cumplí con su tratamiento desde antibióticos hasta tomar agua de plantas con propiedades medicinales”, argumentó.

Dice que este virus no es un mito o producto de la ficción. “El desgano, impotencia y el miedo siempre me acecharon. El Covid es verdad, luché para vivir, esto no puede verse como que nunca pasará; nunca imaginé ocurriría tan cerca, mucho menos que me pasaría a mí”, apuntó.

Al ser consultada si ha sentido estigmatización de familiares, amigos, vecinos por la situación clínica que vivió, Tamara aseguró que no ha sido objeto de señalamiento alguno. Hubo mucha solidaridad -destacó- porque lo primero que se hizo en este caso, es que nunca se ocultó lo que estaba ocurriendo con mi salud.

Entre las cosas que vivió durante su cuadro clínico, Tamara comentó, “no sé si fue por fiebre o estaba delirando, pero una noche o no sé, pudo ser de día, soñé con todos mis familiares, los más cercanos que han fallecido. Estaba todos, desde mi mamá, mis tías Iraida y Elsa, así como mis tíos Alfonso y Carlos. Todos los veía, en la casa, alrededor de mí, ninguno hablaba. Pudiera pensar en estos instantes me estuvieron cuidando o estaban esperando por mí. Realmente no sé qué pasó”.

Destacó Tamara, que el Covid no es una simple virus. “Este mata, repito, luché para vivir, por lo que mi consejo a la comunidad en general, es a cuidarse y a cuidar a los suyos. Yo no la tuve fácil, pero hay personas que aseguran que han visto hasta el infierno por esta enfermedad; otros no tuvieron tiempo para contarlo”, finalizó.

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