La actividad económica en Brasil creció un 1,04 % en enero de este año frente a diciembre pasado, dejando un resultado mejor de lo esperado por el mercado financiero, informó este lunes el Banco Central.
El Índice de Actividad Económica del Banco Central, considerado como una medición previa del Producto Interno Bruto (PIB), que divulga el Gobierno, registró, sin embargo, un descenso del 0,46 % en enero frente al mismo mes de 2020, cuando el país aún no había comenzado a sentir los efectos de la pandemia del coronavirus.
En los últimos doce meses, la caída de la actividad económica brasileña fue del 4,04 %. La subida del 1,04 % en enero frente al mes anterior superó las previsiones del mercado financiero, que proyectaban un alza de entre el 0,4 % y el 0,5 %.
La economía brasileña cayó el año pasado un 4,1 %, el peor resultado anual desde 1996, y para este 2021, según economistas consultados por el Banco Central, crecerá un 3,23 %, con lo que no recuperará lo perdido en 2020.
Esa previsión podría verse drásticamente reducida en los próximos meses, pues una buena parte de los estados brasileños han vuelto a adoptar rígidas medidas de distanciamiento social para contener la pandemia de la covid-19, que está en su peor fase en el país.
Desde el pasado noviembre, Brasil afronta una segunda ola de contagios de coronavirus más virulenta y mortal que la primera y que amenaza con colapsar el sistema público de salud a nivel nacional.
Brasil es actualmente el segundo país con más infectados, cerca de 11,5 millones, y más muertes asociadas a la covid-19, con 278.229, tan solo detrás de Estados Unidos.
La pandemia también ha elevado el desempleo a niveles récord, cercanos al 14 %, y disparado la deuda pública y el déficit fiscal debido al enorme desembolso del Gobierno para paliar los efectos económicos de la pandemia mediante subsidios para las familias más pobres.
Esas ayudas fueron suspendidas al iniciar 2021, pero el Ejecutivo y el Congreso pretenden restituirlas ante el agravamiento de la crisis sanitaria.
