Uno de los equipos con más historia en el baloncesto venezolano y el único que jugó los cuatro torneos profesionales que se han disputado en el país Liga Especial, LPB, Copa LPB y SLB- es Guaiqueríes de Margarita.
El conjunto insular buscará este lustro acabar con los 14 años de sequía de títulos. Para ello la tribu decidió cambiar su coach y traer al argentino Nicolás Casalánguida, un joven pero experimentado entrenador que tiene su mente puesta en el título.
“Quiero reconocer y agradecer el esfuerzo de la dirigencia de Guaiqueríes para que el equipo pueda contar con todas las herramientas para realizar una buena pretemporada“, admitió el técnico sudamericano.
Casalánguida planteó que quiere construir “un equipo que tenga distintas armas, pero vamos a hacer énfasis en tres pilares principales: la intensidad, la rotación y el orden táctico”.
Guaiqueríes cuenta con una de las plantillas más jóvenes del torneo, por lo que buscarán en base a ello formar “un estilo propio, que tenga como meta el título”, aseguró el nuevo coach de la Tribu, quien también puntualizó que deben mejorar su acierto desde el perímetro. “El porcentaje de tiro de 3 puntos la temporada pasada fue del 25 %, creo que ese rubro no estuvo tan bien”, concluyó.
El entrenador, quien viene de dirigir en México, expresó sentirse gratamente impresionado por la organización del evento.
“Entiendo que la Superliga es una competencia nueva, pero mi sensación es que es una liga en un franco ascenso, que ha tomado una posición clara apostado a los jugadores venezolanos para ampliar la base de nacionales. Ojalá se pueda sostener en el tiempo esta idea y consolidar la competencia dándole a los jugadores, entrenadores, árbitros y demás personas la oportunidad de crecer”, señaló.
En sus probabilidades de alcanzar el título este año, el club margariteño tendrá como pieza fundamental al piloto de la selección nacional Heissler Guillent, quien aportará conducción, liderazgo y capacidad anotadora.
Además de ello, Guaiqueríes dejó buena impresión en la pasada ronda eliminatoria de la SLB, pues obtuvo un registro de 10 victorias y tan solo dos derrotas, con el promedio más bajo del torneo de puntos permitidos por partido al rival (60,9).
