Maracayeros salen en semana radical en búsqueda de alimentos

El Ejecutivo Nacional anunció el pasado domingo, que desde el 8 al 14 de marzo serían reforzadas las medidas en la semana radical, a los cuales también se le etiquetaron los términos de “estricta y forzada”, toda vez que la variante brasileña se ha convertido en una verdadera amenaza para Venezuela y la región.

Poco movimiento de transeúntes en el cwentro de Maracay

Pese a los lineamientos, que incluso ofreció el propio presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, donde señaló que la semana sería “mucho más estricta”, los venezolanos siguen en las calles, muchos de ellos, cumpliendo con las medidas de protección contra el Covid-19, mientras que otros olvidan, lo que prácticamente se ha convertido en un llavero para hombres y mujeres, el tapabocas.

En el caso de Maracay, algunos ciudadanos salen de sus hogares con planificación, considerando todos los aspectos y riesgos en estos tiempos de pandemia, tal es el caso del joven comerciante Wilmer Rodríguez, quien se encontraba en el centro de la Ciudad Jardín porque entregaría una mercancía.

“Se los riesgos que se corren estando en la calle, pero no podía dejar para después un asunto serio de mi trabajo. Era un compromiso, pero de aquí salgo a mi casa nuevamente”, expuso el muchacho.

Rafael Mercado

Rafael Mercado precisó que no sale mucho por estos días, aunque resaltó que su presencia en el casco central de Maracay se debía a la obligación de buscar alimentos. “Respeto mucho estas fechas, porque he entendido la importancia de las medidas para protegernos del Coronavirus. Necesitamos comida y por ello salí”, apuntó.

Eva Freites

Por su parte, Eva Freites manifestó que era de mucha importancia estar por las cercanías del centro. “Tenía compromisos. Estoy clara que todo lo que estamos viviendo, por ello cumplo con las orientaciones sanitarias, como son distanciamiento social, usó gel y tapabocas. Me tengo que cuidar y cuidar a mi familia”, puntualizó.

Marbella Sáenz

La señora Marbella Sáenz indicó que no sale todos los días y cuando lo hace es por la necesidad de comprar alimentos y pagar servicios públicos. “Reviso en los diferentes establecimientos los precios de los distintos productos, además de llevar a mi casa, también soy comerciante. Me cuido para no contagiarme de Covid-19″, añadió.

Pedro Jiménez

Entre tanto Pedro Jiménez, comerciante informal, destacó con énfasis, “salgo porque tengo hambre; salgo, porque tengo que trabajar. Soy un pensionado de 65 años y lo que recibo no me alcanza para comprar un kilo de arroz. Entiendo los riesgos que corro estando en la calle, pero si no trabajo, qué como. Me cuido y cuido a quienes me rodean”.

HB. | elsiglo