El rock de los “Maneskin” conquista un Sanremo inédito por la pandemia

El grupo de rock italiano “I Maneskin” ganó el Festival de Sanremo con su canción “Zitti e buoni” (Callados y buenos), en una edición amenazada por el virus pero que finalmente se celebró entre medidas de seguridad y por primera vez sin público.

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Los jóvenes componentes de este grupo romano que alcanzó la fama en 2017 en X Factor, Damiano David, Victoria De Angelis, Thomas Raggi y Ethan Torchio, representarán a Italia en Eurovisión en la ciudad neerlandesa de Róterdam el 18 y 22 de mayo.

“I Maneskin” se impusieron esta madrugada al resto de 25 artistas que competían en la categoría principal, entre estos Francesca Michielin y Fedez, marido de la influencer Chiara Ferragni, que fueron segundos.

En la sección de jóvenes promesas ganó Gaudiano con su canción “Polvere da sparo”.

Esta ha sido la edición más atípica desde que este certamen tan vivido por los italianos echara a andar en 1951.

Sus organizadores no claudicaron y, aunque se pospuso, decidieron celebrarlo con medidas anticontagio, aunque esto no impidió que uno de los concursantes, Irama, no pudiera exhibirse por su contacto con un contagiado. Su tema se vio en diferido, grabada en los ensayos.

El teatro Ariston de Sanremo, en la región de Liguria (norte), ha aparecido a lo largo de estas cinco noches de música con sus butacas vacías, sin público, algo jamás visto, y solo estuvieron los artistas, la orquesta y los eventuales invitados.

En esta edición se recordó a las víctimas del coronavirus en Italia, casi cien mil, y se homenajeó a quienes combaten esta pandemia que ha dejado más de 3 millones de contagiados en el país.

Pero también se realizaron numerosos llamamientos a proteger el importante sector cultural de Italia, muy azotado por la crisis sanitaria, pues los cines y teatros siguen cerrados desde hace un año (excepto entre junio y octubre de 2020).

Entre los invitados especiales estuvo el delantero del A.C Milan Zlatan Ibrahimovic: “El fracaso no es una derrota sino el inicio de una victoria”, sostuvo en un monólogo en la ultima “serata“.

Pero también pasaron por el escenario del Ariston el poliédrico Achille Lauro, joven y provocativa revelación que dedicó cada una de las cinco noches a un género musical, emulando a grandes como Elton John, David Bowie o Mina y disfrazado de dios griego o de novia.

Otro de los invitados fue Diodato, ganador de la pasada edición y que no pudo llevar a Eurovisión su “Fai rumore” porque el certamen internacional acabó suspendiéndose por la pandemia.

Pero Sanremo también contó con grandes actuaciones, como la de Laura Pausini, cuya carrera despegó en el Ariston en 1993 con “La solitudine” y que acaba de ganar un Globo de Oro, y Umberto Tozzi, que entonó clásicos como “Ti amo” (1977) o “Gloria” (1979).

Como cada año el festival estuvo envuelto en polémicas sobre la ausencia de presentadoras y la tradición de entregar un ramo de flores solo a las cantantes fue rechazada por algunas de ellas, que se lo pasaron a sus compañeros como señal de protesta.

En algunos periódicos y en las redes sociales también se criticó los comentarios de Ibrahimovic, tachado de “masculinidad tóxica”, y también fue muy comentada la petición de la directora de orquesta Beatrice Venezi de ser llamada “director” (en Italia muchos cargos aún se dicen en masculino, aunque sean desempeñados por mujeres).

EFE