Brasil y Argentina presentaron en esta Berlinale en formato virtual, en la sección dedicada al género de las series, sendas producciones adaptadas en el primer caso de una obra de teatro y, en el segundo, de una novela.
“Os últimos días de Gilda” es la historia de una mujer sensual que “vive de manera realmente libre, haciendo lo que quiere y lo que cree que está bien, sin molestar a los demás, pero los vecinos comienzan a acosarla por su forma de vida”, explica el director Gustavo Pizzi, en conversación con la responsable de la sección Berlinale Series, Julia Fidel.
La serie, de cuatro capítulos de media hora basados en un monólogo teatral de Rodrigo de Roure, es en ese sentido una historia sobre “acoso y polarización”, agrega.
Gilda, la protagonista, ama la cocina, los hombres y la vida; es una mujer liberal que sabe perfectamente cómo saciar su hambre de amor, pasión escandalosa y fiesta.
No obstante, su forma de vida, su seguridad y su independencia no es bien vista por todas las personas de su vecindario que limita con una favela en Río de Janeiro en la que cristianos reaccionarios van ganando terreno.
Al principio, las pintadas en la fachada de su casa no preocupan demasiado a la optimista Gilda, pero su pequeño mundo entre las gallinas y los cerdos que cría en su patio se estrecha cada vez más.
La actriz Karine Teles, que ya fue Gilda en varias ocasiones en el teatro, la primera vez hace casi veinte años, señaló que uno de los desafíos fue incorporar temas actuales en la adaptación y mantener la esencia del personaje y de la historia, que habla de cómo la libertad y la “energía femenina” representan realmente un problema y una amenaza para la gente conservadora.
“Entre hombres” es la propuesta que llega desde Argentina de la mano del director Pablo Fendrik, una serie de cuatro capítulos de unos cincuenta minutos basada en la novela homónima, un clásico ya, de Germán Maggiori.
Trata de “un ecosistema masculino bastante exclusivo, en el que la mayoría de individuos se comunican y viven a través de la violencia”, siendo “casi el único lenguaje que conocen”, explica Fendrik en una conversación con Fidel.
Es un “retrato extremo de lo que significa ser un hombre en su forma más brutal, oscura y extrema”, agrega.
En este sentido, el trama transcurre en el Buenos Aires de 1996: tres hombres influyentes celebran en un hotel una orgía con alcohol, drogas y sexo, sin saber que están siendo grabados en vídeo.
El drama muestra a uno de los personajes como prostituta donde muere de sobredosis y la cinta desaparece, desencadenando una serie de acontecimientos en los que rápidamente se verá involucrada no sólo la totalidad de los bajos fondos, sino también la corrupta policía.
