Premio BBVA a avances rompedores en energía y electrónica con nanomateriales

El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ciencias Básicas fue concedido a Paul Alivisatos (Universidad de California en Berkeley, EEUU) y Michael Grätzel (Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza) por sus contribuciones fundamentales al desarrollo de nuevos nanomateriales.

Estos ya se están aplicando hoy tanto en la producción de energía renovable como en la electrónica de última generación.

El trabajo rompedor de Grätzel incluye la invención de un tipo de célula solar sensibilizada por colorante, que lleva su nombre, señala el acta del jurado de esta decimotercera edición del premio, y Alivisatos ha logrado aportaciones pioneras utilizando nanocristales semiconductores para aplicaciones en energía y visualización en pantallas.

La forma en que la luz interacciona con la materia lleva siglos fascinando a los científicos y el esfuerzo por controlar esa interacción al máximo detalle está en la base de poderosas tecnologías en la actualidad, indicó la Fundación BBVA en una nota.

Alivisatos y Grätzel son pioneros en controlar la pareja luz-materia, actuando sobre esta última mediante el uso de nanomateriales; el jurado los reconoce por ser figuras clave en la ciencia fundamental que ha permitido el uso de nanoestructuras para la conversión de energía.

Grätzel fue el primero en combinar sistemas moleculares y nanopartículas para fabricar un nuevo tipo de células solares que imitan la fotosíntesis, acercando el objetivo de convertir la luz del sol en una fuente de electricidad limpia, eficiente y barata a gran escala.

Alivisatos ha empleado nanocristales con apenas unos miles de átomos, los llamados “puntos cuánticos”, para emitir luz cuyo color puede ser controlado de manera muy precisa.

Ha usado estos nanocristales también para buscar nuevas fuentes de energía renovable y en el presente la aplicación más avanzada de su trabajo es una nueva generación de pantallas que incorporan puntos cuánticos para lograr una alta calidad cromática y ya se comercializan como televisores QLED, de Quantum Dot LED.

En cierto modo, detalló Alivisatos por videoconferencia tras conocer el fallo, “Michael ha investigado más en cómo convertir en electricidad la luz que entra en el sistema, mientras que las aplicaciones derivadas de mi trabajo tienen que ver más con cómo convertir la energía en luz que sale del sistema, y que la gente puede usar”.

Ambos galardonados están convencidos de que, ante la grave amenaza del cambio climático y la necesidad de producir energía renovable a gran escala, las nuevas líneas de investigación abiertas por sus trabajos en el campo de los nanomateriales representan una de las posibles soluciones desde el ámbito de la ciencia y la tecnología.

El cambio climático, señaló Grätzel, es “un gran desafío. Debemos reducir nuestro uso de combustibles fósiles y la energía fotovoltaica tiene que aumentar su capacidad por un factor de 200 en las próximas décadas”.

“Por tanto, necesitamos nuevas tecnologías, y la célula sensibilizada por colorante ha llevado a la creación de la nueva célula de perovskita, cuya eficiencia en pruebas piloto ya está superando a las células convencionales de silicio”, concluyó.

Alivisatos cree que los nanomateriales aún no han demostrado todo su potencial y estos tendrán un papel clave para abordar el gran reto medioambiental.

“El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad y parte de ese reto implica aprender a fabricar nuevos materiales que puedan captar la energía del sol, con las menores pérdidas posibles de energía, y además hacerlo a gran escala”.

Los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento están dotados con unos 486.000 dólares en cada una de sus ocho categorías.

EFE