Los precios del petróleo pierden sus ganancias iniciales el jueves, luego de que el Brent lograra un nuevo máximo de 13 meses, ante la preocupación que existe por la ola de frío extremo en Texas, que se ha convertido en un obstáculo en el proceso de producción de crudo de Estados Unidos por días e incluso semanas.
Según la agencia Reuters, el petróleo Brent cotizaba con aumento de 0,3% hasta ubicarse en 64,55 dólares el barril, luego de remontar anticipadamente en la jornada a 65,52 dólares el barril, siendo el mayor nivel desde el 20 de enero del 2020.
Por otra parte, los futuros del petróleo WTI de Estados Unidos operaban con una subida de 0,39% para negociarse en el mercado en 61,39 dólares el barril. Más temprano en el día, el barril norteamericano se levantó hasta 62,26 dólares, un máximo desde el 8 de enero de 2020.
Extendidos apagones en refinerías por la ola de frío de Texas, llegaron al sexto día, afectando al mayor estado productor de petróleo de Estados Unidos. Entretanto, quedaron suspendidos los envíos de gas y petróleo, provocando severas afectaciones en los suministros en la frontera con México.
En líneas generales, cuatro millones de barriles de capacidad diaria de la refinería han quedado paralizadas, dejando de bombear alrededor de 1 millón de barriles de petróleo por día.
En este sentido, el analista de materias primas de la firma SEB, Bjarne Schieldrop aseveró que “este cierre temporal ayudará a acelerar la caída de los inventarios de crudo de Estados Unidos hacia el promedio de cinco años más rápido de lo esperado”.
Datos del Instituto Americano del Petróleo (API) revelan que las existencias de petróleo del país descendieron de 5,8 millones de barriles, durante la semana del 8 al el 12 de febrero, a 468 millones de barriles; en contraste con las perspectivas de analistas que estimaban una baja de 2,4 millones de barriles.
Entretanto, se espera que la gubernamental Administración de Información de Energía (EIA) ofrezca datos de los inventarios de crudo y derivados, reportados un día después de lo habitual por el feriado del lunes en Estados Unidos.
