Liberaron a los acusados de fraude con el funeral de Mandela

Una quincena de personas, entre ellas varios políticos sudafricanos y empresarios, quedaron este viernes en libertad bajo fianza tras haber sido acusados de delitos de corrupción y fraude cometidos en 2013 durante los preparativos del funeral del expresidente y Nobel de la Paz Nelson Mandela.

Mandela
Ftoto: Archivo

Los acusados tuvieron que comparecer hoy en la magistratura de la localidad de East London, en la provincia del Cabo Oriental (sureste), después de que nuevas investigaciones les señalaran por presuntas irregularidades que ascienden a un valor de 10 millones de rands (unos 690.000 dólares a los valores cambiarios actuales), según informó la policía sudafricana en un comunicado.

Entre ellos figuran dirigentes destacados a nivel provincial del oficialista Congreso Nacional Africano (CNA, el movimiento bajo el que militó Mandela y partido gobernante en Sudáfrica desde la llegada de la democracia, en 1994), como la consejera de salud del Cabo Oriental, Sindiswa Gomba.

Los delitos que se les atribuyen incluyen fraude, lavado de dinero, corrupción e incumplimiento de las leyes municipales de gestión financiera.

A todos se les concedió la libertad bajo fianza (tras el pago de 1.000 rands, unos 70 dólares) y se les obligó a entregar sus pasaportes, según detalló la televisión pública sudafricana SABC.

La apertura de esta investigación se remonta a finales de 2017, cuando la defensora del pueblo de Sudáfrica, Busisiwe Mkhwebane, presentó un informe en el que destapaba un supuesto gasto irregular de, en total, unos 300 millones de rands (unos 21 millones de dólares al cambio actual) en la celebración del funeral del expresidente Nelson Mandela.

El dinero había partido de fondos públicos destinados a servicios y a desarrollo de infraestructuras sociales.

Las acusaciones afectaban tanto a instituciones de la provincia del Cabo Oriental -controlada por el oficialista Congreso Nacional Africano (CNA)-, como al Tesoro y distintos ayuntamientos que participaron en la celebración del funeral.

A modo de ejemplo, Mkhwebane mencionó que los costes de camisetas fueron inflados y no pudieron ser verificados, o que algunos proveedores de servicios no estaban registrados y parecían haber aparecido “de la nada” en las bases de datos.

Para la defensora del pueblo, estas irregularidades se vieron favorecidas por la falta de un plan coordinado y ajustado a la ley para la preparación del funeral de Estado.

El entierro del icono de la lucha contra la segregación racista del “apartheid” y primer presidente negro de Sudáfrica (1994-1999) tuvo lugar el 15 de diciembre de 2013 en el pueblo de Qunu, donde pasó su infancia, ante la presencia de miles de personas y autoridades internacionales.

EFE