En dos meses más de cien mujeres fueron violadas en la guerra de Tigray

Más de cien mujeres han sido violadas “en los últimos dos meses” en la guerra que el pasado noviembre estalló en la región de Tigray, en el norte de Etiopía, denunció hoy la Comisión Etíope de Derechos Humanos (EHRC).
 
En un informe divulgado hoy en Adís Abeba, la EHRC, institución semiautónoma que responde ante el Parlamento, señaló que un total de 108 mujeres sufrieron violaciones en el citado periodo en diferentes partes de Tigray.

Los delitos sexuales se cometieron después de que el Gobierno etíope anunciara el 28 de noviembre el fin de la operación militar que lanzó 24 días antes contra el Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), partido que entonces gobernaba la región.

Una misión de la Comisión, que permaneció en Tigray del 10 al 23 de enero, habló con líderes militares y civiles, residentes, trabajadores sanitarios, personas afectadas por el conflicto y desplazados internos albergados en la capital tigriña, Mekele.

Los datos recabados indican que “52 casos de violación en Mekele, 22 en Adigrat, 7 en Wukro y 27 en Ayder (distrito de Mekele) se han reportado a los centros de salud sólo en los últimos dos meses”, señala el informe.

“Según las informaciones obtenidas por la misión, la violencia de género fue cometida tanto por el Gobierno federal como por soldados eritreos (que apoyaron al Ejecutivo central). Pero la misión no pudo verificar estos informes”, dijo a Efe el asesor de comunicación de la Comisión, Aron Masho.

De acuerdo con la investigación, la guerra y el desmantelamiento de la administración regional, que lideraba el ahora derrocado FPLT, han provocado un aumento de la violencia de género en Tigray.

“Las estructuras locales como la policía y los centros de salud, donde las víctimas de violencia sexual normalmente acudirían para denunciar esos delitos, ya no existen. Por lo tanto, existe la posibilidad de que el número real de casos sea mayor y más generalizado que los casos denunciados”, apunta el documento.

El comisionado jefe de la EHRC, Daniel Bekele, exigió que se adopten medidas concretas e inmediatas para poner fin a los abusos de derechos humanos causados por la violencia de género.

“Si bien hay muchos indicios e informes de la magnitud de las violaciones de derechos humanos que ocurren en la región de Tigray, la situación de seguridad sigue obstaculizando una visión completa del alcance total de su impacto en la población civil”, remarcó el comisionado.

También reveló las trágicas consecuencias de la guerra para los niños, pues la misión de investigación fue testigo de menores hospitalizados que han sufrido heridas graves.

“En el ala de hospitalización para niños del Hospital de Ayder, 16 de los 20 niños que reciben tratamiento por traumatismos sufrieron heridas como resultado de la guerra. Algunos de los niños hospitalizados han perdido partes del cuerpo, como un brazo, una pierna o un ojo, o sufrido otras lesiones”, explicó.

El conflicto estalló el 4 de noviembre después de que el Gobierno central atacara al FPLT, en represalia por una agresión de fuerzas tigriñas a una base del Ejército etíope en ese territorio.

El 28 de noviembre, tras la toma de Mekele, el Ejecutivo etíope anunció el final de la ofensiva armada, pero organismos como la ONU avisaron de que aún existían hostilidades y denunciaron la precaria situación de los civiles al no poder recibir ayuda humanitaria.

Las organizaciones humanitarias siguen sin acceso a un 80 % de la población de Tigray, donde unos 3,8 millones de personas necesitan ayuda por el conflicto, denunció ayer la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC).

Asimismo, más de 60.000 personas han huido de la violencia en Tigray al vecino Sudán, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).