Liceo Julio Morales Lara necesita un cariñito urgente

Los habitantes de las comunidades El Limón, La Candelaria y Caña de Azúcar ven con preocupación el deterioro de la infraestructura de uno de los liceos más emblemáticos del municipio Mario Briceño Iragorry, el Julio Morales Lara.

Las áreas verdes están descuidadas

A juicio de las personas que transitan a diario frente a las instalaciones del centro educativo, lo han catalogado como un paciente en emergencia que muere de mengua. Así lo detalló Luis Manzano, quien destacó que sus tres hijos se graduaron en ese liceo.

Yo vivo aquí mismo en El Limón y mis tres hijos se graduaron allí y cada vez que paso frente al liceo me da tristeza como se está deteriorando poco a poco, hasta la pared perimetral se cayó por la caída de un árbol y así se quedó”, indicó Manzano.

Al mismo tiempo que detalló que las áreas verdes están completamente descuidadas. “Si el dinero naciera como el monte, los vecinos de las zonas circunvecinas seriamos millonarios de la cantidad de monte que hay en los espacios del liceo. Así como esta institución educativa, están la mayoría de este municipio y nadie se preocupa por limpiarlos, llegó la pandemia y se olvidaron de los centros educativos”.

Por su parte, Marina Romero comentó, “yo camino todas las mañanas y obligatoriamente tengo que pasar por el lugar y ver como está la pared perimetral en el piso, las aulas y entrada se ven descuidadas y llenas de basura, mis nietos estudiaron allí, así que es terrible ver estos espacios educativos en pésimas condiciones, sin que a nadie les duela”.

LA PANDEMIA HA CONTRIBUIDO AL DETERIORO

Mientras que Laura Martínez afirmó que la maleza, las aguas que corren por su interior, sillas deterioradas, muestran el grado de importancia que a la educación venezolana le dan los que deben velar por el conocimiento de la juventud. En la Zona Educativa no tenían respuestas para el problema.

“Con la llegada de la pandemia del Coronavirus el abandono del Simón Bolívar también se acentuó, dejando el lugar a expensas de personas que han estado en el lugar causando daños a la institución”.

A la voz de Martínez se unió la de Ramón Daza, quien añadió que el confinamiento por el Coronavirus indudablemente ha contribuido al deterioro de la residencia académica, debido a que las clases no son presenciales y no le han invertido tiempo a las instalaciones. “Aunado a eso si se llega a inscribir para estudiar a distancia no cuentan ni siquiera con un usuario de alguna red social”, enfatizó.

INFRAESTRUCTURA DE CALIDAD
Para William Arcila resulta deprimente ver como la obra que inspeccionó para entregársela a la comunidad donde vive, se cae a pedazos.

“Yo fui el inspector de esta obra, la cual fue ejecutada durante el último gobierno del presidente Rafael Caldera con un costo de 1.300 bolívares, donde se construyeron 10 aulas con 4 baños si mal no recuerdo y después hicimos una ampliación de 600 mil bolívares para una capacidad de 300 estudiantes, por lo que hoy no se justifica que todo esté en estas condiciones tan deplorables”.

Detalló que una actividad tan sencilla como la poda de árboles no se diera para evitar que uno de ellos cayera y destrozara toda la pared perimetral.

“A mi edad ver estas cosas me da mucha impotencia, al no poder hacer nada por esta situación que nos afecta a todas las personas que habitamos en las zonas vecinas, esperamos que las autoridades municipales como la Zona Educativa, busquen la manera de dar soluciones”, terminó diciendo Arcila.

 

IRIOS MÉNDEZ | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA