Unión Africana aborda cumbre virtual en respuesta contra el covid-19

La Unión Africana (UA) celebró  de forma telemática la sesión de apertura de la XXXIV cumbre de jefes de Estado, marcada por la respuesta del continente a la pandemia de coronavirus y la preocupación por una creciente inseguridad y amenaza diarista.

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Foto: Archivo

“Los acontecimientos del último año nos han demostrado que ningún país, pueblo o continente puede por sí mismo hacer frente a los desafíos que enfrenta la humanidad”, aseguró en el discurso inaugural el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, quien además cedió por un año la Presidencia rotatoria de la Unión a su homólogo congoleño, Félix Tshisekedi.

“Desde pandemias hasta el cambio climático, pasando por la guerra y la pobreza, debemos superar estos problemas comunes mediante la acción colectiva”, continuó Ramaphosa, al agradecer a los líderes africanos el haberse guiado en estos tiempos de pandemia por “los principios de unidad y solidaridad”.

Hace casi un año, el 14 de febrero, Egipto registraba el primer caso de coronavirus del continente. Desde entonces y de acuerdo con cifras oficiales, África registra cerca de 3.645.000 casos y más de 94.000 muertes, mientras que muchas de sus 54 naciones se enfrentan a una segunda ola “más agresiva” causada por las nuevas variantes.

Sin embargo, pese a unas primeras predicciones apocalípticas que auguraban al menos 300.000 fallecidos, según la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas (CEPA), el continente continúa siendo de los menos afectados, con el 3,5 % de los casos mundiales y solo el 4 % de las muertes, de acuerdo con datos de los Centros de África para el Control y la Prevención de Enfermedades (África CDC).

“A pesar de la conmoción causada por esta enfermedad, nuestra respuesta como continente se ha basado en la asociación, la resiliencia, la innovación y el intercambio de estrategias y recursos”, reiteró Ramaphosa, quien tras finalizar su discurso entregó de forma simbólica a Tshisekedi el mazo y la bandera verde de la institución.

CONSEGUIR MÁS VACUNAS

Como parte de la estrategia a seguir frente a la covid, el presidente saliente de la UA recordó que los esfuerzos se centran ahora en adquirir más vacunas para inmunizar a un continente de 1.200 millones de personas, y donde tan solo unos cuatro o cinco países han iniciado modestas campañas de vacunación.

En los últimos meses líderes africanos, así como las Naciones Unidas, han denunciado el acopio de vacunas por parte de los países desarrollados y señalado el retroceso que esto podría provocar a la hora de intentar acabar con esta pandemia.

A fecha de 18 de enero, de los 39 millones de dosis de la vacuna anticovid administrados en el planeta, solamente 25 (un 0,00006 %) habían sido inoculadas a personas en países en desarrollo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pidió un reparto más justo.

A principios de mes el mecanismo COVAX, creado para favorecer un acceso equitativo a las vacunas, anunció que enviará en febrero unos 90 millones de dosis a África, que se sumarán a los 670 millones de dosis aseguradas hasta ahora por la UA para su distribución entre 2021 y 2022.

CONFLICTOS SIN RESOLVER

Esta cumbre, que concluye este domingo 7 de febrero supone el comienzo oficial de la Presidencia de la UA a manos del presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, quien se mostró gran  preocupación por conflictos recientes que atañen al continente.

“Hijos e hijas de África están perdiendo la vida en actos barbáricos”, aseguró el mandatario en referencia a la región del Sahel, donde en 2021 se superó por primera vez los dos millones de desplazados internos a causa de la violencia diarista, según cifras de Acnur.

Tshisekedi mencionó a su vez los ataques perpetrados por “grupos locales y terroristas extranjeros, principalmente ADF (la milicia islamista Fuerzas Democráticas Aliadas)”, en el noreste de su país, así como la reciente insurgencia diarista en el norte de Mozambique.

“Una zona conocida anteriormente por ser pacífica”, añadió en referencia a la provincia de Cabo Delgado, donde en tres años más de 2.000 personas han sido asesinadas y medio millón de mozambiqueños se han visto desplazados, según grupos humanitarios, por el asedio y la violencia de un nuevo grupo islamista apodado Al Shabab.

Sin embargo, el Consejo de Paz y Seguridad de la UA no ha llegado a celebrar ninguna reunión para abordar esta crisis, ni tampoco para lidiar con el conflicto separatista que asola las dos regiones anglófonas de Camerún o la ofensiva armada que Etiopía -país anfitrión de la UA- mantiene desde noviembre contra la región de Tigray.

Finalmente, reformar la institución constituía uno de los ejes esenciales de esta cumbre, y a este respecto, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, presentó esta tarde un informe para la deliberación de los mandatarios del que no se han dado a conocer detalles.

Y por último, la UA deberá celebrar elecciones internas para elegir al próximo presidente de la Comisión (secretariado) de esta institución, puesto para el que vuelve a presentarse en solitario el chadiano Moussa Faki Mahamat.

Según dijo que un alto funcionario de la UA, Mahamat debe obtener dos tercios de los votos de la Asamblea de la UA si quiere ser reelegido, pero en su contra pesan acusaciones de presuntos “acoso sexual, soborno, corrupción e intimidación dentro de la comisión”, según describe un informe reciente de la ONG International Crisis Group (ICG).

EFE